HAY QUE ESTAR
Ayer viernes 25 de noviembre fue
el día internacional contra la violencia de genero. A veces, cuando uno
escucha, lee y de alguna manera encara eso de un día concreto dedicado a una
determinada causa, siente que es algo que se queda como muy corto, algo que
quedará más o menos bonito en la prensa, en los telediarios, etc. mostrándonos
manifestaciones habidas, pocas veces de nuestros pueblos, y despues, hasta el próximo
año.
Pues bien, ayer en nuestro pueblo
de Allo tuvo lugar una concentración en los bajos del Ayuntamiento, a la taurina
hora de las cinco de la tarde, a la que asistimos unas ochenta personas. Fue
una concentración organizada por asociaciones y colectivos socioculturales del
pueblo, lo cual entendemos le da un plus a la convocatoria. Convocatoria que contó
también con la colaboración del Ayuntamiento y del Servicio Social de Base.
Tal y como estaba previsto, se
leyó el manifiesto presentado por los ayuntamientos con motivo de ese día
internacional contra la violencia de género y despues de algunas breves
intervenciones y de guardar un minuto de silencio, como recuerdo y homenaje a
las victimas habidas durante este año por la violencia de género, se soltaron
los consabidos globos a los que cada uno de los asistentes habíamos unido su
mensaje, un deseo o simplemente una reflexión sobre esta lacra que lejos de
disminuir aumenta día tras día y que pensamos que si no hacemos más, si no nos involucramos
más, su erradicación total no se divisa en un horizonte próximo, en un tiempo
cercano.
Verdaderamente cuando uno ve y
lee las cifras publicadas sobre las personas que padecen esta absurda violencia,
propia más de animales irracionales que de seres humanos, siempre se plantea
por lo menos dos temas, dos reflexiones, dos preguntas. ¿Qué podemos hacer? ¿Por
qué se produce esto?
Y siempre las respuestas son similares: hay que estar y
hay que concienciar, hay que educar. Por eso cuando veíamos ayer en la
manifestación un grupo de niños, uno se preguntaba para sus adentros ¿qué se
habrá hecho y qué se hará durante el año en el colegio de mi pueblo para educar
a estos niños de tal manera que bajo ningún concepto el día de mañana ni sean maltratadores,
ni bajo ninguna excusa justifiquen la violencia de género en ninguna de sus múltiples
manifestaciones? Creemos que aquí está en gran medida la solución a este
problema, a esta lacra social con la que estamos conviviendo, tal vez con
frecuencia, demasiado despreocupados y mirando para otro lado.
Pero, mientras tanto entendemos
que hay que estar. Hay que estar pues cuando uno lee los datos que están pegando
a nosotros, al lado nuestra, necesariamente debe llegar a la conclusión de que
hay que estar. Cuando uno lee que en esta nuestra querida provincia Navarra,
hasta el pasado mes, se han presentado más de mil denuncias superando ya el
total del año pasado siendo un perfil de mujer con una edad de entre 30 y 50
años o que del total de los casos denunciados 310 corresponden a jóvenes de
edad comprendida entre los 14 o los 30 años, además de desazonarse, concluye
que hay que estar. Cuando uno lee que en el Estado español la violencia
machista desde el año 2003 ha provocado 865 víctimas mortales, no puede menos
que concluir que hay que estar. Cuando se reflexiona que en lo que va de año a nivel
nacional por lo menos han fallecido como consecuencia de esta violencia 44
mujeres uno se pregunta ¿cuántas mujeres estarán padeciendo este tipo de
violencia, algunas de las cuales tremendamente próximas a nosotros y no nos enteramos
sencillamente porque no salen en los papeles? y uno concluye que hay que estar.
Por eso estuvimos ayer en la
concentración en la plaza de Ayuntamiento de Allo. Estuvimos sencillamente
porque creemos honestamente que hay que estar. Es una obligación que tenemos
como ciudadanos. Estuvimos porque queríamos con nuestra presencia decir a quien
quiera escucharnos, a nuestros conciudadanos, que en el sofá de casa no se
suelen solucionar los problemas y estos muchísimo menos. Estuvimos porque con nuestra
presencia quisimos decir a nuestros conciudadanos que no vale mirar para otro
lado hasta que el problema nos afecte a nosotros directamente o, como suelo
decir yo, hasta que nos pisen en nuestro propio callo. Estuvimos para reconocer
con nuestra presencia a los colectivos que han hecho posible la organización
del acto. Estuvimos para manifestarles y pedirles con nuestra presencia que,
por favor, que esto no sea flor de un día y que estaremos en cualquier acto que
organicen encaminado a pelear, dispuestos a aportar nuestro grano de arena,
para que un día esta auténtica lacra desaparezca de nuestra sociedad.
Entendemos que esto, como otras muchas
cosas, hay que empujarlo para que algún día pueda ser. La historia nos enseña
que los derechos se ganaron y se ganan, las más de las veces, con la
movilización. Pero la historia nos ha enseñado también que estos mismos
derechos se defienden con la movilización, con la involucración de los
ciudadanos de a pie, que son a la postre quienes más sufren el quebrando, el
recorte, de los mismos. Este, como la mayoría de los problemas, se solucionarán
cuando los ciudadanos en todos nuestros pueblos nos movilicemos, nos involucremos
y este de la violencia de género, insistimos, auténtica lacra, que nos está sacudiendo
prácticamente todos los días, solo se solucionara movilizándonos. Estamos
convencidos de ello y, visto lo visto, dudamos de que lo solucionen nuestros políticos.
Por eso pensamos que hay que estar.
Imagen de M. Aedo