ES CUESTION DE DEMOCRACIA
Que
vivimos desde hace demasiado tiempo en una sociedad en la que miremos donde
miremos a penas vemos otra cosa que el fango de la corrupción, del engaño, de las
promesas incumplidas, del obscurantismo y del cambio de vestimenta constante en
función de en qué lugar se encuentren los distintos actores es más que
evidente. Sí, depende de si los actores, léase políticos de turno o responsables
de lo que sea, se encuentren en el poder - chupando del bote que diría uno que
yo me sé- o defenestrados de él, bien porque estuvieron y ya no están o porque
nunca estuvieron y ni se les espera, para que nos cuenten unas cosas u otras.
Nos cuentan unas cosas u otras, sin ruborizarse lo más mínimo, aunque lo que
hoy nos cuentan, cuando nos lo cuentan
que a veces ni eso, sea totalmente distinto, opuesto y contradictorio a lo que
nos contaron ayer sobre el mismo tema. Y esto es muy similar observemos el
plano nacional, el provincial o el
municipal. Que fácilmente parece que aprenden algunos a hacer las cosas como no
hay que hacerlas. Aprenden como si fuesen simples cachorros que aprenden de sus
orígenes rápidamente y asumen unas ideologías que con frecuencia procuran
ocultar o disfrazar e incluso pregonan a los cuatro vientos el que ellos no son
como los otros y sin embargo por su forma de actuar son idénticos, iguales y
las consecuencias de sus actuaciones tienen los mismos resultados nefastos para
la ciudadanía que en definitiva somos quienes en mayor medida sufrimos las
consecuencias.
Es
cierto que la resignación del pueblo español es algo histórico. Y esto nos ha
llevado en más de una ocasión a una auténtica masacre. Hemos escuchado y
seguimos escuchando con demasiada frecuencia aquello de "la política para
los políticos". Claro, luego así nos va. Eso, es decir actuar movidos por
esa manera de pensar o, mejor dicho, dejar que otros actúen en vez nuestra es
sencillamente la muerte de la democracia. Cuando vemos que el personal se porta
como auténticos hooligans de los partidos defendiendo lo indefendible mientras
la evidencia y la hemeroteca nos están mostrando lo contrario, sencillamente pensamos que es
la propia democracia la que está en peligro. Sencillamente pensamos que erróneamente
estamos intentando sustentar la
democracia en la falsedad y en el obscurantismo por una parte, y por la otra en
el pasotismo. Y eso es imposible, eso no tiene ningún futuro.
Cuando
se amparan en el "que nos han votado" y por eso creen que pueden
hacer lo que quieran olvidando su programa electoral estamos asistiendo a una
oxidación muy peligrosa de la democracia. Y si a esto unimos la falta de reacción de la ciudadanía y la
despreocupación por la cosa pública pues pensamos que se están encendiendo
todas las luces rojas de peligro y de nada sirve que miremos para otro lado
pues tarde o temprano como si fuese un tsunami nos veremos arrastrados hacía
donde nunca hubiésemos querido ir.
Hemos
asistido a situaciones que son ejemplos reales de cuanto decimos. Sin intentar
hacer una exhaustiva relación de hechos será suficiente recordar algunas
afirmaciones, algunas actuaciones de los políticos, para dar soporte de autenticidad
a estas reflexiones.
En
este país hemos visto al mismo presiente del gobierno del Estado afirmar un día
que no daría ni un euro a la banca y al día siguiente entregar a la banca
privada nada menos que miles de millones de euros de todos nosotros que al
principio se iban a recuperar pero que luego no se van a recuperar. Hemos visto
al mismo presidente y nada menos que en sede parlamentaria decir que el partido
que le sustenta no ha tenido nunca una caja B en su contabilidad y hace cuatro
minutos vemos un escrito de un juez donde ya da por sentado que esa caja B ha
existido.
Y
si venimos por estos lares de nuestra querida Navarra qué podríamos decir de
una situación kafkiana que hemos vivido y estamos viviendo. Un gobierno
"gobernando" en minoría, una comisión de investigación que uno ya no
sabe ni qué investigo ni para qué investigo. Con unos partidos políticos
incapaces de ponerse de acuerdo simplemente para darle la palabra al ciudadano
en un ejercicio elemental de democracia. Sencillamente se han reído de todos
nosotros. ¿Hasta donde son capaces de llevar su desfachatez y su desapego de la
ciudadanía creando expectativas y esperanzas en los ciudadanos para al momento
siguiente arrancárselas de cuajo?. Cuando estoy tecleando estas líneas escucho
la no intervención de la presidenta del Gobierno en comisión parlamentaria a
donde ha ido a decir que no tenía intención de adelantar las elecciones. Pero
si el tiempo ya pasó, si estamos a día cuatro de abril y la fecha tope era el
pasado lunes. ¿Y el PSN? Allá cada cual pero que despues de marearnos vengan lo
acólitos de Rubalcaba, les digan que no, que aquí manda él y que a él no le
viene bien ahora una moción de censura en Navarra y se callen como muertos y no
dimita nadie pues uno piensa que sencillamente se han reído -y me guardo la
palabra que en estos momentos me saldría de las tripas- de todos nosotros.
Claro
que eso de que vengan los de fuera, a quienes por cierto, no hemos votado y nos
digan qué y cómo tenemos que hacerlo ya no nos coge de sorpresa pues lo estamos
viendo con frecuencia en nuestras propias narices, en nuestros propios pueblos.
Hablando
de mi pueblo y uniendo con las reflexiones que he escrito al principio. Hace
cuatro meses se solicitó se apuntase quien quisiera para ocupar el puesto de
juez de Paz. Se presentaron seis personas y en el pleno correspondiente la
alcaldesa se abstuvo diciendo que carecía de criterios para posicionarse. También
se abstuvieron el resto de concejales por lo que el tema pasó al Tribunal
Superior de justicia. El otro día nos enteramos de que el Tribunal de Justicia
ya ha nombrado a una persona para ocupar esa responsabilidad. y mira que
coincidencia esa persona es una de las que se presentó hace cuatro meses para ocupar
el puesto. Pues está claro que aqui han fallado varias cosas pero sobre todo
nos parece patético que tenga que ser alguien de fuera quien nos diga quién va
a ocupar el puesto de Juez de Paz de nuestro pueblo porque no hemos sabido ó no
hemos querido usar nuestro derecho a presentarnos y a manifestarnos por una
opción u otra. Al margen de que cada uno arrostre, como debe ser, su
responsabilidad este es un ejemplo más de cuanto estamos diciendo. Que unos
presupuestos de un ayuntamiento se puedan aprobar por quienes representan en
38% de los votos es igualmente un signo claro de déficit democrático. Y qué
decir si dentro de esos presupuestos hay partidas asignadas para llevar a cabo
obras y actuaciones que uno se entera de que hay intención de ejecutar cuando ve
esas cifras. Y que un montón de firmas solicitando se estudie otras opciones,
otras actuaciones distintas a las que habitualmente se hacen no merezcan por
parte del equipo de gobierno ni un comentario en un pleno, ni una reunión con
una representación de esos vecinos firmantes, nos parece que es un ejemplo muy
elocuente de que cuanto estamos diciendo es real.
La
historia nos ha enseñado que el obscurantismo, la falta de información es la
antesala de la corrupción. Eso ha sido así en toda "tierra de
garbanzos". Eso ha sido así porque en el momento de que se falta a la
verdad, se cobijan en el obscurantismo y en la desinformación se está troceando
la democracia para ir echándola al fogón poco a poco para que se convierta en
cenizas. Sencillamente se está destruyendo la democracia o en el mejor de los
casos se está poniendo todos palos posibles en la rueda del carro democrático para
que este carro no pueda avanzar y al final el personal se canse de tirar de él.
¿Y
si tuviesen razón los que piensan que esto es cíclico, que la democracia, la
demagogia, y la dictadura es el triangulo y en este orden que se da siempre en
el devenir de la sociedad?. ¿Y si estuviésemos ahora mismo en el vértice de la
demagogia?. Pues debemos seguir peleando y cuando nos viene el bajón será necesario
mirar aquello que más queremos, nietos, hijos, etc. para poner pie en pared y
decir que a eso no nos resignamos.
Es
pues necesario y urgente poner en práctica el derecho constitucional de la
información veraz. Es necesario y urgente que si no lo hacen los responsables políticos
lo hagamos los ciudadanos. Es necesario....
En
fin, que esto es nada más y nada menos que una cuestión de democracia
José
Luis Ochoa