VOTAR, VOTAR Y VOTAR
Sí, eso es lo que toca hacer el
próximo domingo día veintiséis de mayo de dos mil diecinueve. Será necesario,
para realizar una votación completa, es decir, para elegir a nuestros
representantes en el parlamento europeo, en el parlamento de Navarra y en
nuestro ayuntamiento, depositar tres papeletas, tres sobres, cada uno de color
distinto en tres urnas diferentes. Azul para el parlamento europeo, salmón para
el parlamento de Navarra y blanco para elegir a los concejales/las de nuestro
pueblo, los cuales a su vez elegirán al alcalde o alcaldesa. Podríamos
discutir, tal vez, largo y tendido, sobre cuál de estas tres elecciones es la
más importante para la ciudadanía. No sé, pero uno piensa que para un vecino de
Allo es posible que por proximidad con los candidatos/as, por aquello de que se
conoce mucho más de cerca a quienes se presentan para ocupar un puesto de
concejal/la y por el hecho de que aquello que en un momento dado puedan hacer o
dejar de hacer quienes resulten elegidos tiene un efecto inmediato en la
mayoría de los vecinos, serán las elecciones municipales las que más le interesan, las que más le enganchan. Por
ello y porque este humilde bloguero dedica fundamentalmente este blog a
comunicar y a opinar sobre aquello que acontece en nuestro pueblo voy a dedicar
fundamentalmente esta entrada a estas elecciones, a las elecciones municipales.
Se da la circunstancia de que
hemos formado parte del Ayuntamiento como concejal durante las dos últimas
legislaturas y que en este momento es publico y notorio que no nos presentamos
a las elecciones que tendrán lugar dentro de dos días. Aunque el objetivo de
este escrito no es comentar por qué no nos presentamos, lo diremos una vez más
de manera escueta. No nos presentamos sencillamente porque no somos ningún
partido político y porque no ha habido personas suficientes que se hayan
ofrecido para formar parte de una candidatura tal y como ocurrió en las dos
ocasiones anteriores.
Dicho esto, este hecho
fundamentalmente es lo que nos ha movido a teclear estas líneas.
Cuando desde hace algunas fechas
nuestros convecinos se fueron enterando de que no nos presentábamos como Unidos
por Allo – U.P.A. a las elecciones, en número más amplio de lo que cabría
esperar, entre sorprendidos y dudosos, nos han ido preguntando y ¿ahora qué? ¿a
quién votar?
No pretendemos en estos momentos
dar ninguna lección de nada a nadie, pero para quienes creemos que la
información en democracia es fundamental, en un momento como este de las
elecciones, bien creemos merece la pena hacer algunas consideraciones ancladas
en la realidad concreta de nuestro pueblo y, a poder ser impregnadas de lógica.
No hace falta decir que, para
nosotros, como demócratas, unas elecciones, sean del ámbito que sean, son uno
de los actos más importantes en el que se sustenta la democracia y por lo tanto
creemos tener una obligación “inexcusable” como ciudadanos de ejercer ese
derecho al voto. Un derecho que debemos ejercer de manera libre y secreta y que
de cómo lo ejercitemos a nadie tenemos que dar explicaciones si no queremos.
No ir a votar, tal y como más de
uno de los vecinos que a nosotros se ha dirigido ha manifestado que haría, no
nos parece lo más adecuado. Si no votas, ¿cómo vas a poder quejarte?, ¿cómo vas
a poder protestar, llegado el momento,
por cómo se están haciendo o dejando de hacer las cosas en nuestro
pueblo? En estas elecciones los vecinos de Allo van a
poder elegir solamente entre dos opciones. Dos opciones representadas por
personas conocidas. Algunas de ellas conocidas por sus actuaciones en el
quehacer municipal puesto que han formado parte del ayuntamiento últimamente. Por
tanto con el conocimiento que todos tenemos de ellas hay que decidir libremente
nuestro voto. Hay que votar pensando en quienes pueden administrar mejor
nuestro ayuntamiento y en quienes van a ser más capaces de moverse, trabajar y
pelear por hacer de este pueblo el mejor de los pueblos.
Alguien podría preguntarse ¿y si
no nos convencen ninguna de las dos listas que se presentan? Pues entendemos que
es muy legal, es muy digna y es muy democrática la opción de depositar en la
urna correspondiente el sobre de color blanco, que es el que corresponde a las
elecciones para el ayuntamiento, vacío. Entendemos que es una postura mucho más
democrática y de mayor efecto depositar el sobre vacío que no ir a votar.
Además, esta manera de proceder podría ser un mensaje muy claro dado a quienes
resulten elegidos para que piensen que hay personas en nuestro pueblo que
siendo demócratas han ejercido conscientemente su derecho al voto y que no
consideran válidos para representarles ni a los unos ni a los otros.
Es cierto que pasadas las
elecciones lo que queda para la inmensa mayoría de ciudadanos de a pie es quien
las ha ganado y quien las ha perdido y pocas son las personas que se preguntan
por el porcentaje de abstención habido más allá de los datos con los que nos
pueden torpedear la noche electoral. Pero no es lo mismo no ir a votar que
votar en blanco.
En estos momentos creemos que no
votar no es bueno para la democracia de nuestro pueblo. Además, digámoslo
claramente, si votas en blanco nadie se enterará qué has votado, a quien has
votado. Ahora bien, si no votas, quien más quien menos, sabrá que no has
votado, lo digas o no lo digas. Las cosas funcionan, nos guste o no nos guste,
de una determinada manera. En esta ocasión creemos que sabemos de qué estamos hablando.
Es así mismo cierto que cuando
uno, a estas alturas de la campaña electoral y después de tener conocimiento
del contenido de reuniones, mítines electorales, etc. por haberlos presenciado,
leído, etc. puede tener el sentimiento, incluso el convencimiento que son todos
los candidatos iguales, todos los partidos dicen lo que van a hacer que luego
no lo hacen y que no merece la pena molestarse en ir a votar. Esto sería
horroroso para la democracia y, por supuesto, también para la democracia de
nuestro pueblo.
Claro que a uno le parece impresentable
cuando escucha la letanía de las cosas que han hecho apropiándose
partidistamente de unas actuaciones que ellos solos nunca hubiesen podido
hacer. Esto es muy típico de los partidos políticos y no se ruborizan cuando
dicen hemos hecho no sé qué cosas como si lo hubiesen hecho con el dinero de
sus bolsillos.
Hablando de prometer y no cumplir
lo prometido. Pensamos que los partidos políticos, e incluso los candidatos que
se presentan a las elecciones y han tenido responsabilidades de gobierno
anteriormente deberían presentarse a las reuniones electorales, a los mítines,
con un folio en cada mano. En uno escrito muy claramente aquello que dijeron
iban a hacer y en el otro lo que realmente de eso que dijeron han hecho. Luego
si se atreven que nos digan lo que piensan hacer y ya veremos si les creemos.
¿Qué eso es soñar? Es posible, pero si a la hora de votar no recordamos o no nos
importa lo que prometieron hacer y no han hecho o nos trae al pairo cómo han
hecho lo que han hecho corremos el riesgo de equivocar nuestro voto.
Ojalá que los vecinos de Allo
acierten con sus votos el próximo domingo día 26 en el que hay que votar, votar
y votar.