URGENCIAS
RURALES Y DEMOCRACIA
Llevamos meses a vueltas con el tema
de las urgencias rurales en esta Navarra debido a una tal Marta Vera que a
estas alturas de la movida uno ya no sabe a qué juega. Que se apunta al recorte
puro y duro en la sanidad parece más que evidente. Yo, por mi parte quisiera
centrarme en dos aspectos de esta movida.
En primer lugar, una vez más, por
mucho que se hayan llenado páginas enteras en la prensa hablando de este asunto
de las urgencias, el aspecto que más espacio ha ocupado entiendo ha sido contando
las distintas manifestaciones que han tenido lugar oponiéndose al planteamiento
de la Sra. Vera. Una vez más es perfectamente constatable que la ciudadanía es
la menos enterada de cuanto pretende hacer la responsable de la sanidad en la
comunidad foral. Y es que no aprendemos. No aprenden o sencillamente no quieren
aprender. Aquí lo de explicar el qué, los porqués y los cómos sencillamente no
se estila y al final hacemos las cosas “porque sí”. ¡Viva la democracia! Han sido y son constantes las quejas en el
sentido de que en este asunto no se ha contado con la opinión de los
profesionales de la sanidad. De que el dialogo ha brillado por su ausencia,
etc. etc.
Tuvimos ocasión de escuchar a la
consejera ya hace meses hablar de los
recortes sanitarios –ajustes los llamaban entonces- con relación a las posibles
reducciones de los laboratorios de análisis en la comunidad foral. Pues bien la
sensación que nos produjo entonces era que tenía una idea de la sanidad puramente
economicista importándole menos aspectos como la calidad, la seguridad, la
garantía de ser atendido en tiempo y forma, etc. de los enfermos, y nos lo ha
ido confirmando con creces con sus actuaciones. Después de entonces solamente
una sola vez he visto este tema de la supresión en parte de las urgencias
rurales, por ejemplo, en un pleno en el ayuntamiento de mi pueblo. Ojo, y en mi
pueblo hay un centro de salud de zona. Y para demostrar que la información a la
ciudadanía es y ha sido mínima hágase la prueba del algodón. ¿Cuántos vecinos
de mi pueblo sabran correctamente de qué va este asunto? Es pues, más que
evidente que de información a la ciudadanía de qués, porqués y cómos de lo que
pretende hacer la Sra. Vera poquito, poquito, muy poquito.
Pues bien, entendiendo cuanto
queda dicho como falta, una vez más, de información, de dialogo y por tanto de
falta de querer hacer las cosas democráticamente, tal vez esto no sea lo más
grave en estos momentos.
Son ya varios días y distintos
medios de comunicación los que recogen la amenaza de la Sra. Marta Vera. Si,
parece ser que la susodicha señora no se ha cortado un pelo y ha manifestado
que si el Parlamento de Navarra paraliza o rechaza su recorte de los servicios
de Atención Primaria y Urgencias Rurales, como así parece que ocurrirá, ella
incumplirá la ley foral que emane del Parlamento. Sencillamente entendemos que
ha traspasado peligrosamente una línea roja. Que este posicionamiento por parte
de la consejera es un error político de gran calado, por supuesto, pero para
nosotros es una falta de respeto democrático a la voluntad política de los
navarros muy grave, gravísima. El Parlamento, nos guste o no nos guste es la
máxima representación de la voluntad de los navarros. Por tanto decir de alguna
manera que piensa fumarse en pipa la voluntad de los navarros, la leyes, acuerdos,
etc. que emanen del Parlamento es sencillamente no respetar las reglas del
juego democrático. Claro y patético nos parece el silencio ante tamaño
desafuero de quien entendemos le nombro y le mantiene como responsable de la
sanidad en esta tierra. Incumplir la ley es un delito y pensamos que como
delito alguna responsabilidad deberá asumir quien lo cometa.
En cualquier caso entendemos que debería
ser motivo suficiente para que los distintos partidos que en este momento están
por la labor de acordar una ley foral
que rechace los recortes ahora propuestos por el gobierno de Navarra,
hoy en minoría, y que en principio serian ninguneados por la susodicha, planteasen
ya una moción de censura y forzasen rápidamente unas elecciones dejando que
hable de nuevo la ciudadanía.
¡Ya está bien! Uno es consciente en
estos momentos que el camino por el que transcurre la democracia está
tremendamente agrietado, con socavones tremendos y con las palas excavadoras de
la corrupción a sus costados dispuestas a
deshacerlo, pero que quienes son responsables de administrar y gobernar a este
pueblo se nieguen de antemano a admitir el dictamen de un Parlamento soberano
es que ni son demócratas ni lo disimulan.
Podemos pensar que la democracia
esta sucumbiendo a la mentira, a la corrupción, al fraude, al engaño, etc. pero
en estos momentos tal vez está deteriorándose fundamentalmente por la no
reacción de quienes tienen la obligación de utilizarla, ensancharla y ponerla en
práctica todos los días y no lo hacen teniendo el poder para hacerlo y no la
defienden con sus actuaciones de quienes la pisotean. ¿Miedo a perder el
escaño? Pues si es así tampoco nos sirven.
José Luis Ochoa