MAS CARA QUE UN SACO DE OCHENAS
Hace algunos días, en mi entrada “Sueldos y prebendas públicas” me preguntaba, refiriéndome a los sueldos y prebendas de nuestros parlamentarios autonómicos: “¿Cómo se compagina esto con la austeridad que nos proponen vía impuestos, sueldos, precios, EREs de aquellas maneras, etc?”.
Pues bien, hoy nos desayunamos con la noticia de que los eurodiputados quieren seguir volando en primera clase y no están por la labor de congelar sus salarios el próximo año. ¿Hasta dónde serán capaces de llegar en su desfachatez y caradura?
Nos alegra ver la gran reacción en la redes sociales por parte de la ciudadanía que sin duda ha hecho recular, según leemos, a los eurodiputados socialistas de este país. Ahora dicen que si ha sido un error de interpretación de la propuesta, que si su postura va a ser la abstención, etc. Claro que otros todavía no han abierta la boca. Como decía un amigo mío: “sencillamente más cara que un saco de ochenas” (ahora diríamos euros). Pero, cómo es posible?. Ustedes, señores eurodiputados, saben que su posible abstención no va a cambiar en nada la decisión tomada y por tanto van a seguir viajando en primera y sus salarios van a seguir sin congelarse mientras a nosotros nos piden, día tras día (ya casi minuto a minuto), esfuerzos y solidaridad para salir de la cacareada crisis económica.
¿Con qué cara, señores de los partidos, a los que pertenecen esos eurodiputados que han mantenido y siguen manteniendo esta postura, nos van a pedir el voto dentro de unos días?.
Suele decirse que cuando uno mete la pata en el fango más allá de la rodilla, lo mejor es que lo saquen a uno, pues de lo contrario, si uno quiere salir por sus propios medios suele suceder que se enfanga cada vez más, que se hunde cada vez más. Eso es lo que deberíamos hacer. Sacarles fuera simplemente no dándoles nuestro voto.
¿No van a seguir perdiendo crédito nuestros políticos tal y como constata una vez más la encuesta del CIS?.
“Señores” eurodiputados contrarios a apretarse mínimamente el cinturón, por favor, váyanse. Si les queda algo de dignidad democrática después de la gran reacción de la ciudadanía, reconozcan su desfachatez, reconozcan su error, admitan que no tienen ni el talante ni el estilo mínimos para representarnos y olvídense de los sufridos ciudadanos.
Se que no lo van a hacer, pues en estos lares, pretender que un político reconozca que ha metido la pata – en esta ocasión más arriba de la cintura-, dimita y se vaya a su, las más de la veces, retiro dorado, es como pedir peras al olmo.
Mas vale que todavía nos queda la democracia y la posibilidad de ejercitarla vía redes sociales, vía voto, etc.
Alguno puede pensar: sí, pero ahora no toca elecciones europeas. Por supuesto, pero ¿acaso son distintos los partidos que cobijan a los eurodiputados que se han negado a rascarse mínimamente sus bolsillos, de los partidos políticos, de igual nombre, que presentan candidatos a nuestros parlamentos autonómicos, a nuestros ayuntamientos, etc? . Que yo sepa son los mismos.
Salvo que en un arrebato de decencia política esos partidos obliguen a sus eurodiputados a un comportamiento diametralmente distinto, su credibilidad seguirá estando a ras de suelo.
La abstención que ahora proponen algunos de ellos, como queda dicho, no servirá para nada. Seguirán con sus prebendas.
El ejercicio consciente y decidido de la democracia a través de nuestro voto es lo único que nos queda para ir apartándolos de donde no queremos que estén.
Ojala, analicemos qué ocurre en nuestros pueblos y actuemos en consecuencia.
Contra los politoscaraduras, democracia.
José Luis Ochoa
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PD: Ochena era una moneda cuyo valor era la décima parte de una peseta.
