MOTIVOS Y RAZONES
Sí, ya se que no son horas. Acabo de llegar de una reunión con gente de mi pueblo donde hemos expuesto nuestras ideas, nuestros proyectos como candidatura y con la hablada posterior se ha hecho bastante tarde. No obstante, me resisto a acostarme y dejarlo para mañana. Me resisto, pues por enésima vez, alguien me ha vuelto a preguntar: ¿José Luis, porqué te metes en este fregao? ¿Qué necesidad tienes de...?.
Tenía ganas de contestar a este tipo de preguntas que, por otra parte, han sido frecuentes provenientes de amigos durante estos días. Preguntas que ya hace algunas semanas me contesté a mi mismo.
Pues bien, son varias las razones, son varios los motivos.
Pues bien, son varias las razones, son varios los motivos.
En primer lugar confesaré que cuando hace apenas un par de meses me propusieron encabezar una candidatura para el ayuntamiento de mi pueblo, me pillo de sorpresa pues era algo que yo personalmente ni me había planteado. Pensaba que mi época, mi momento, desde que abandonamos la preparación de una candidatura para la legislatura que ahora acaba por discrepancia total con sus planteamientos, había pasado definitivamente para siempre.
Este es pues, el primer motivo por el que estamos liados con el tema. Lisa y llanamente por que me lo han pedido un grupo de gente joven de mi pueblo con inquietudes y que no se resignan a que su pueblo simplemente vegete sumido en la crispación y a veces en el enfrentamiento entre los vecinos. Como digo, esto se interioriza, se reflexiona y al final, concreciones a parte, uno encuentra que el porqué fundamental es que estoy totalmente comprometido con la democracia. No hay evolución ni progreso viables, auténticos y perdurables sin una verdadera democracia participativa. Es necesaria la discrepancia en el dialogo, la discrepancia en los argumentos para llegar al consenso y a partir de él remar todos en el mismo sentido, en la misma dirección.
Cuando uno mira a la cara a sus nietos piensa que se merecen un futuro mejor, un futuro distinto, un futuro cimentado en el actuar democrático. Hace algunos meses cuando íbamos de un bar a otro en el pueblo escuché de una cuadrilla de chavales de unos 13 años comentarios aderezados con vocablos bastantes mal sonantes referidos a partidos políticos. Se me cayó el alma a los pies. Estos comentarios todavía no los he olvidado y más de una vez me han hecho preguntarme: ¿ Qué sociedad estamos fraguando para nuestros nietos, para nuestros hijos?
Yo quiero poder mirar el día de mañana a mis nietos a la cara y decirles con orgullo:”Hicimos todo lo posible para que aprendieseis a vivir en democracia. Esto o lo otro fue posible porque empujamos en este sentido, porque alguien se esforzó dando un paso adelante. Podéis seguir por el mismo camino de convivencia, de dialogo, etc. Solo así siempre el pueblo y solamente el pueblo será dueño de su destino”.
Esta es pues otra razón por la que estamos dispuestos a someter a la voluntad popular nuestros planteamientos el día 22.
Alguna vez he oído afirmar que la democracia es de valientes. Pues no se si es de valientes, pero sí creo que es para gente convencida de que es la mejor forma, la mejor manera de ir fraguando una sociedad, un pueblo, donde el ordeno y mando sea el ordeno y mando de la mayoría expresada cuantas veces sea necesario, no solamente cada cuatro años.
Uno puede pensar de una determinada manera sobre cualquier tema pero si cree en la democracia, si por encima de todo es demócrata, tendrá que asumir lo que decida la mayoría, hacerlo suyo y obrar en consecuencia. En democracia no vale si la mayoría decide lo que yo pienso perfecto y si no, pues quien lo haya decidido que lo defienda, que lo apoye, que lo realice. Esto es trampa. ¿Que es duro? Pues claro, pero simplemente es creer o no creer en la democracia. ¿Utopía? Pues no. Es mas duro soportar el enfrentamiento por el enfrentamiento y la mentira como modo de actuar y como freno para unir voluntades.
Por otra parte a veces observamos cierta desidia respecto a temas que a todos nos afectan. Pues yo quisiera que la gente se ilusionase por algo, por algún proyecto. Quisiera que mi pueblo dejase de salir en la prensa con alguna frecuencia con noticias no demasiado edificantes y comenzase a salir como un pueblo que se mueve, que hace cosas, que....
Esta es otra razón por la que estamos trabajando.
Llegado a este punto, uno tiene la tentación de desgranar aquí y ahora punto por punto el programa electoral, pero no es ni el lugar ni el momento. No obstante algún tema que tiene mucho que ver en su planteamiento con el creer o no creer en la democracia estoy pensando en desarrollarlo en próximas entradas.
De momento terminaré añadiendo a modo de una motivación o razón más por la cual he decidido dar este paso, reconociendo un “defecto” personal. Lo reconozco, cuando alguien me propone hacer algo por mi pueblo no se decir no. Es superior a mis fuerzas. Veo tantas cosas que se pueden mejorar... Hay tanta gente con la que convivo que pienso se merecen algo distinto de lo que hay, que no se negarme.
Motivos y razones pues, no intereses personales.
José Luis Ochoa