jueves, 20 de septiembre de 2012

LEGALIDAD, LEGITIMIDAD Y DEMOCRACIA

LEGALIDAD, LEGITIMIDAD Y DEMOCRACIA
Que el  capital económico y financiero esta intentando aprovechar la crisis para reorganizar la sociedad en función de sus intereses particulares, es evidente. Está igualmente claro, o al menos así lo creemos, que si nadie lo remedia, el capital va a salir reforzado de esta crisis, con menos derechos sociales, laborales y democráticos para la ciudadanía. Así lo vemos día tras día, recorte tras recorte mientras se establece como objetivo número uno la reducción del déficit económico y en definitiva pagar la deuda cuando y como quieren aquellos a los que fundamentalmente se les debe, que curiosamente son los mismos, que, lo reconozcan o no nuestros políticos, nos están marcando la hoja de ruta, nos están diciendo qué tenemos que hacer. Nos quieren hacer pagar el coste de una crisis que en absoluto los ciudadanos de a pie  hemos creado. Su crisis no es la nuestra. Es ya una evidencia que sus recetas para salir de la crisis no son las nuestras y no nos benefician, aunque nos quieran hacer creer lo contrario.
Hace algunos días escribía sobre otros déficit que desde nuestro punto de vista democrático nos parecen gravísimos y visto lo visto, basta estar atentos al noticiero del día a día, esto va cuesta abajo y sin frenos.
Hemos dicho más de una vez que cuando un gobernante hace lo contrario de lo que dijo que iba a hacer en su programa electoral pierde su legitimidad democrática. Lo hemos dicho y lo mantenemos y si por las circunstancias que fuere un gobernante se ve “obligado” a tomar decisiones contrarias a lo que prometió o a tealizar actuaciones que simplemente estaban ausentes de su programa electoral, tiene la obligación democrática de consultar a los ciudadanos. No hacerlo es posible hasta que sea legal pero bajo ningún concepto es legítimo.
En su momento el que fuera alcalde de Madrid dejo su puesto para hacerse cargo de una cartera ministerial y pasó a ocupar su puesto la segunda de abordo. Legal, sin duda ninguna, pero legitimo desde un punto de vista democrático no tanto. Legal porque cumple la normativa pero. . .
Acaba de dimitir la presidenta de la comunidad de Madrid y parece ser que será el segundo de abordo quien ocupará su puesto. Aquí nadie demanda plebiscito, elecciones, etc. ¿Que es legal? Por supuesto, pero legitimo . ..
Estamos viendo continuamente cómo funcionan gobiernos, ayuntamientos, etc. en minoría y aquí nadie habla de cambiar las leyes electorales. Y no se hace porque a los partidos mayoritarios no les interesa.
Hoy se reúne el presidente de la Generalitat catalana con el presidente del gobierno español con el tema de concierto económico fiscal, independencia y demás de por medio y que yo sepa nadie en su momento habló en su programa electoral de independencia en los términos en que se está hablando machaconamente estos días. ¿Que igual convocan elecciones en Cataluña para este mismo año? Pues si el tema de la independencia no estaba en su programa electoral,  con el que se consiguieron los resultados que se consiguieron en las pasadas elecciones, nos parece lógico si se quiere plantear la independencia desde el punto de vista institucional y global. Al margen de que se opine lo que se opine sobre la independencia de Cataluña, la democracia lo exige y el pueblo catalán tiene todo el derecho del mundo a que se le consulte. La calle legitima, pero entendemos que tiene que tener la oportunidad de expresarse toda la ciudadanía y después sus gobernantes elegidos con esos planteamientos tienen la obligación de obrar en consecuencia. Que el Sr. presidente catalán se ha precipitado después de ver las manifestaciones el día de la Diada pidiendo la independencia, es posible. Como sin duda se ha equivocado también el Rey cuando habla de quimera refiriéndose a la independencia catalana. Entendemos se ha equivocado porque quimera es algo que no es posible y la independencia de Cataluña más pronto o más tarde es posible aunque hoy parezca más bien una utopía. Pero, insistimos, posible es.
En fin, que día tras día estamos asistiendo a actuaciones preñadas de legalidad pero de muy escasa  legitimidad democrática y esto tarde o temprano producirá espesos barrizales de donde será muy difícil salir. La ciudadanía llegará a pensar que la democracia sirve para poco cuando realmente lo que sirve para poco es la falta de legitimidad democrática o, lo que es lo mismo, la democracia sometida a la legalidad obsoleta en muchos de sus aspectos.
José Luis Ochoa