lunes, 24 de octubre de 2011

BRINDIS POR LA DEMOCRACIA

BRINDIS POR LA DEMOCRACIA
La mayoría de nosotros con frecuencia tenemos motivos por los que brindar. Uno suele brindar en privado, con los amigos, con la familia, en petit comité, etc. siempre que hay un motivo de acierto, un motivo de coincidencia entre el acontecer y nuestros deseos.
Pues bien, el pasado día 20 ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada, poniendo fin a 43 años de actividad violenta. Es, sin duda ninguna,  una de las noticias más esperadas de la democracia. Curiosamente me tocó recibir la noticia a las pocas horas de aterrizar en un país que durante muchos años fue castigado por el terrorismo de manera salvaje  y que hace tiempo fue capaz de poner fin al mismo. A penas hacia dos horas que había aterrizado en Dublín y mientras contemplaba los carteles electorales –democracia viva- publicitando a los candidatos para los comicios que tendrán lugar el próximo día 27 de este mes, alguien me digo: ETA acaba de anunciar  el alto el fuego definitivo.
Han pasado ya varias horas y uno ha ido reviviendo su propia historia referenciada a la propia existencia de ETA. Uno recuerda perfectamente el nacimiento de ETA en plena dictadura franquista mientras consumíamos nuestra veinteañera juventud. Igualmente, al tiempo que uno recuerda vivencias mil en el transcurso de tantos años, visiona, como si fuese una película de gran realismo, el apoyo y el desapoyo que la lucha de ETA ha tenido en unos momentos u otros por parte nuestra, por parte de nuestra  sociedad. Si, pues aunque discrepáramos de sus métodos, nos habíamos creído que ETA luchaba por la democracia.
Sin duda ninguna, aparece como destacado en este repaso de la película histórica, aquel día en que tus hijos te preguntan: ¿por qué mata la ETA? ¿ETA es buena o es mala? Es en esos momentos cuando uno se pregunta: ¿qué sociedad estamos dejando que se fortalezca en un determinado sentido mirando para otro lado ante los acontecimientos de violencia que pululaban a nuestro alrededor? Ya estábamos en los albores de la democracia y uno pensaba que el fin de ETA estaba próximo. Nos equivocamos. Han sido demasiados años esperando por lo menos escuchar decir algo parecido a “se acabo, vamos a luchar cuanto sea necesario de manera democrática”.
Por eso, para cualquier demócrata el día 20 de octubre de 2011 es un día importante, un día de brindis por la coincidencia entre el acontecer y el deseo que es lo que motiva cualquier brindis. Esperamos que este día sea un día señalado en positivo y que difícilmente olvidemos.
Es cierto que en el rescoldo de tantos recuerdos, de tantos treguas, de tantas piruetas políticas puede quedarnos la duda de si será definitiva esta nueva situación. Creemos que si, deseamos que si y que aunque no se ha anunciado su disolución entendemos que ha llegado el momento de la democracia, del dialogo, de que algunos aprendan a vivir y a hacer política en democracia. Es momento de que algunos de los que se creen demócratas de toda la vida aprendan a vivir y a hacer política con la presencia de los “otros” en los distintos foros, parlamentos, ayuntamientos, etc. donde habitualmente se escribe el quehacer democrático.
A mí personalmente me sale por una friolera que ahora unos y otros, como auténticos carroñeros, se pretendan apropiar del éxito de este cese definitivo de la violencia de ETA. Uno tiene claro que el único que se puede apropiar de este éxito es el pueblo, es la sociedad que de una y mil maneras ha dicho, hemos dicho,  que las cosas se pueden solucionar con democracia, incluso ha mantenido, hemos mantenido, que solamente se solucionaran democráticamente. Claro que el sistema democrático no es el sistema más fácil. La democracia es el sistema de funcionamiento político que se elige por convicción no por imposición y que ha de estar anclado en las entrañas de la dignidad del hombre.
 Por eso, como leía esta mañana, ahora se va a necesitar grandeza de miras, cantidades inmensas de dialogo, de pactos para que aquí solo haya una realidad: el final definitivo de la violencia y sin raíces de donde puedan brotar opciones similares a las que durante tantos años hemos vivido, hemos soportado.
Cuando en estas últimas horas uno ha ido recordando a conocidos, amistades, etc. que con sus 40 años no han conocido una sociedad sin terrorismo, de alguna manera se siente “dudosamente culpable” por si en algún momento se ha dejado de haber algo distinto para que este final hubiese sido hace tiempo. Sin embargo, por otra parte, cuando miramos hacía los que ahora son todavía niños y pensamos que ya tal vez nunca le preguntaran a uno si la ETA es buena o mala o porqué mata ETA, renace una situación de mayor optimismo, de más creer en la democracia, de mas creer en la necesidad del dialogo, en la necesidad de empezar a echarle redaños al tema a partir de ya, al tiempo que piensa que ha llegado el momento de hacer un brindis público  por la democracia.
José Luis Ochoa