NOS
PISOTEAN, NOS ENGAÑAN, INCUMPLEN LAS LEYES Y…
La dinámica que estamos viendo y
soportando en este país estaba más que cantada. Es que siempre ocurre así. Si
comienzan pisándote el pie y te callas o no te quejas demasiado, te siguen
pisando la pierna, después tus partes púdicas, seguidamente el estomago, pasan
por el cuello y si es necesario hasta la cabeza. Esto es un continuo tensar la
cuerda para ver hasta donde aguanta el ciudadano. Y el ciudadano aguanta tanto
que hasta se permiten traspasar las líneas rojas que ellos mismos las han
definido como tales sin que nadie se lo pidiese, pero que, según el momento, lo
utilizan para tranquilizar al personal mientras van dando pasos, recorte tras
recorte, mintiendo cuando dicen que no traspasaran esas líneas rojas que ellos
han definido como tales.
Pues bien, decir en estos
momentos, a modo de constatación irrefutable, que el gobierno ha incumplido una
tras otra todas sus promesas electorales no deja de ser simplemente un acto
repetitivo que indudablemente hay que hacer cuantas veces sea necesario, pues
uno observa que todavía hay una parte importante del personal que o no se ha
querido enterar o su orgullo de fiel votante le impide reconocer que se
equivocó dando su apoyo a quienes están hoy gobernando y, desmantelando este
país social y democráticamente.
Comenzaron con ajustes (así los
llamaban machaconamente hasta que la evidencia puso de manifiesto que de
ajustes nada de nada. Recortes duros y salvajes, siempre hechos en la misma
dirección y dando todos los palos en la misma estera, en las espaldas de la
misma gente) y en este momento han traspasado lo que ellos denominan las líneas
rojas que hasta hace cuatro días aseguraban nunca traspasarían. Comenzaron pisándonos
el pie y ya nos tienen puesta la bota sobre el cuello. Han colocado las responsabilidades
y las cargas en las capas más débiles ó clases medias de la sociedad, es decir,
ciudadanos de a pie, profesionales, trabajadores, parados y ahora en los
pensionistas. No han traspasado las cargas ni a la banca, ni a los grandes
empresarios, ni a la clase política, con lo que se está produciendo un aumento
de la injusticia social de una manera cada día más generalizada, más brutal y
de consecuencias imprevisibles. Comenzaron con recortes en educación, en
sanidad, el copago, el IVA, etc. etc. etc. y no tienen intención de parar si no
se les obliga a hacerlo. No se han parado ni con las pensiones y todo esto lo están
haciendo mintiendo. Lo están haciendo diciendo un día una cosa para al día
siguiente hacer aquello que juraron y perjuraron no lo iban a hacer. Mienten
como bellacos. Hace apenas dos meses el presidente del gobierno afirmaba “yo
creo que las pensiones las subiremos”. A renglón seguido la Santamaría de turno
afirmaba “las pensiones se van a subir y se ajustarán a la subida de la vida”.
Claro, que había elecciones a la vista.
Pues bien, Rajoy también incumple
con los pensionistas y los traiciona rompiendo la única promesa no incumplida.
Con la medida del ejecutivo de no compensar el desfase del IPC, un jubilado con
una pensión media, es decir aquella que no llega a los mil euros, va a dejar de
cobrar unos 450 euros. La mitad de esos
450 euros porque dejará de ingresar la paga compensatoria que por ley le
correspondería cobrar en el mes de enero y la otra mitad por la inflación.
Y lo que nos repatea es que
encima nos quieran seguir tratando como a niños que no se enteran de nada, diciéndonos
que “no hay otra opción” “que esto es circunstancial” “que este es el último
sacrificio”, “que es responsable no revalorizar las pensiones para cumplir el
déficit”, etc. etc. etc. Han hecho y
quieren seguir haciendo de la mentira la base de la actuación de gobierno.
"La decisión de las pensiones la impone
la realidad, no Bruselas" dice el Presidente. Pues
sencillamente no nos lo creemos y lo que si creemos es que hay otras opciones
pero que ustedes no quieren ni oír hablar de ellas. ¿Y los 80.000 millones de
fraude? ¿Y la amnistía fiscal? ¿Y el dinero a los bancos para reflotarlos y
luego regalarlos? ¿Y etc. etc. etc.?
Mienten y no tiene ningún empacho
en adoptar esta medida contra los indefensos pensionistas en plena entrega de
decenas de millones de euros para seguir rescatando a las entidades financieras
sin haber exigido ninguna responsabilidad a los responsables de los
desaguisados, sabedores por otro lado de que la mayor parte de este rescate se
perderá y volveremos a ser los paganos los mismos de siempre.
Por más que el Partido Popular se
empecine en defender la medida, esto es todo un atraco
a los pensionistas. Esta medida se viene a sumar al cúmulo de incumplimientos
habidos en apenas un año de gobierno. Incumplimientos que hace que más de uno
nos cuestionemos la legitimidad democrática de quien alcanzó la mayoría
absoluta con un programa de gobierno no demasiado diáfano pero que ha
incumplido en sus principales propuestas de la campaña electoral comenzando con
la subida del IVA y terminando, solo de momento, con este atraco a los
pensionistas. Yo no sé cuantos pensionistas darían su voto al PP en las pasadas
elecciones ni cuántos de estos estarán hoy arrepentidos, pero lo que si sé es
que incumplir el programa electoral deslegitima a quien incumple desde el punto
de vista democrático.
Definitivamente han entregado a los
ciudadanos a los bancos, a las instituciones financieras esgrimiendo principios
inmorales y deshonestos. La clase política está claro que es el gran problema
que impide modificar las cosas en este país y en la vieja Europa. Y cuando
decimos la clase política nos referimos a los de derechas y a los de izquierda
pues todos han terminado, en mayor o menor medida, haciendo parodias similares.
Creemos que aquí lo que se necesita es honestidad democrática y ser consecuente
con los planteamientos sometidos a la aprobación democrática de la ciudadanía.
Claro, y este atraco a los
pensionistas lo han hecho incumpliendo la ley en aras del “sacrosanto” objetivo
del cumplimiento del déficit que por otra parte ni ellos se creen van a
cumplir. Pero es igual, intentaran vendernos otra moto.
La ley establecía que era
obligatorio compensar a los jubilados por la desviación anual del IPC y para
ello se tomaba como base el dato de noviembre. Les da igual. El artículo treinta
y tres adobado con una larga lista de mentiras y “palante” con los faroles.
El dogma ideológico cuando
se impone contra la voluntad democrática se convierte en fanatismo. Y esto es
lo que a veces piensa uno que está ocurriendo en este país, lo cual es harto
peligroso.
A lo dicho, nos pisotean
cada vez más arriba, nos engañan sin ruborizarse e incumplen sus propias leyes y ¿les seguimos apoyando?
José Luis Ochoa