POR
LA APATIA A LA AUDESTRUCCION
El otro día en la tele
enfocaron una pancarta de una manifestación
donde se podía leer, “si hoy no luchas, mañana no llores”. Pues mira por donde
esta frase me trajo a la mente la idea que desde hace tiempo a uno le ronda por
su cabeza de que aquí, por más vueltas que le demos, el gran problema que
tenemos es el pasotismo, el desentendernos de las cosas, el “la política para
los políticos”, el qué vamos a hacer si son todos iguales, etc. etc. y, como
quien no quiere reconocer su realidad personal en un momento dado, nos
encontramos inmersos en…, subyugados por…, aguantando que…, etc. y no nos damos
cuenta de que gran parte del problema está en nosotros mismos.
Claro que mientras tanto, quienes
están en el poder y por tanto manejan preferentemente los medios de
comunicación, con fines muy claros y en busca de la consecución de sus propios
y definidos intereses, nos están comiendo el tarro e incluso llegan a hacernos
pensar y opinar aquello de que “no hay más remedio, hay que arrimar el hombro”.
Por supuesto que escuchar de boca de un jubilado a quien acaban de recortarle
la pensión como primer paso en ese traspasar la línea roja que el Rajoy de
turno -si fuese verdad que a los que mienten les crece la nariz tendría ya una
tan grande que necesitaría algún medio mecánico para transportarla o se hubiese
tenido que hacer varias operaciones de estética- prometió una y mil veces no
traspasaría, a uno le hace pensar que aquí el problema es otro. Que sí, que los
políticos son un desastre en general. Que aquí manda quien manda, que no es
otro que el capital y la Merkel de turno. Que es incomprensible que se salve a la
banca con el dinero de todos cuando a quien hay que salvar es al ciudadano. Que
está claro que nos van a dejar trasquilados y sin nada con que taparnos. Que lo
peor tal vez está por llegar. Que las mayorías no nos molan. Que el
bipartidismo ya vemos a donde nos ha llevado. Que las leyes que permiten que se pueda gobernar en minorías como si se
tuviese el apoyo de la mayoría no nos convencen y que si estas leyes están en
la Constitución pues que se cambie la Constitución. Que la constitución no es inamovible
y cuando por mor del cambio de las circunstancias se convierte en opresora de
la ciudadanía y es defendida por una minoría de la población hay que cambiarla,
sí o sí. Que sí, todo lo que queramos, pero mientras no seamos capaces de
mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos aquello de qué estoy haciendo yo por
mi país, por mi comunidad, por mi pueblo, es posible que no seamos consientes
de que el mayor problema, tal vez, lo tenemos nosotros mismos. Tal vez no
seamos conscientes de que el problema está en esa apatía, en esa
despreocupación de cuanto acontece a nuestro alrededor. O tal vez el problema esté en esa desesperanza que nos impide dar un paso
adelante.Uno no sabe qué cantidad de ciudadanos se informa de distintas fuentes informativas a la hora de hacerse una idea más o menos exacta de cuanto acontece en el devenir de cada día en este país. Sospechamos que no demasiados o por lo menos bastante menos de los que desearíamos. Es posible que la gran mayoría del personal se quede con lo que dice la “caja tonta” y poco más. Mientras tanto nos movemos en ese paraninfo de ser un poco avestruces en el sentido de esconder la cabeza y cobijarnos en el “sí, pero mientras no nos toque el tema directamente….” Me explicaré. Que no suben las pensiones, bueno, será una putada pero es que yo no soy pensionista y en mi currelo no vamos mal del todo. Que soy pensionista, bueno pues de momento no es para tanto pues con los mil y pico que aun cobramos todavía nos defenderemos. A fulano le han despedido por un ERE. Que putada, pero de momento a nosotros no nos va del todo mal y no parece que en mi empresa estemos en vísperas de un ERE ó algo similar. Dicen que hay cantidad de gente a los que les están quitando los bancos el piso por no pagar. Dicen que los dejan en la calle y además deben seguir pagando o cuando menos debiendo al banco una pasta gansa. Bueno no sé si será para tanto, de momento yo no conozco apenas a nadie en esa situación y nosotros, gracias a dios, lo tenemos prácticamente pagado. ¿Y el copago de los medicamentos, de la justicia, etc.? Bueno, la justicia no me afecta de momento. Hombre, los medicamentos ya si lo he sufrido. Lo de la sanidad ya comienza a ser una putada para mi pues tengo que hacerme unas pruebas y el otro día me dieron cita para dentro de cuatro meses. Respecto a la educación algo he oído el otro día a la vecina, pero a mí…… es que no tengo niños.
En fin, que de una u otra manera
estamos haciendo como el avestruz. Nos estamos metiendo en nuestro mundo, nos
estamos instalando en la apatía, y esto es muy peligroso. Esto puede ser el inicio
del fin, el inicio de una destrucción de esta sociedad y puede suceder que se
quede sin capacidad de reacción.
Vemos a la ciudadanía embadurnada
de indiferencia, de miedo, de apatía, de despreocupación, y mientras no reaccionemos
en nuestra propia situación para parar tantos desmanes como se están produciendo,
el futuro que nos espera es muy negro. Todo lo importante, todo lo que tiene
valor, todo lo que nos interesa hay que pelearlo, hay que lucharlo, hay que
involucrase en ello. De lo contrario estamos iniciando ya el camino del fracaso
sin retorno posible.
A uno le produce cierta desazón
ver como día tras día nos están birlando derechos, democracia, trozos del
estado de bienestar, etc. y el paisanaje permanece inamovible esperando a ver cuál
es el siguiente tajo que nos dan. Porque eso sí, lo van haciendo como es la
sokatira, poco a poco tensando la cuerda para ver hasta donde aguanta el
personal. Y cuando ya parece que la ciudadanía ha asimilado algo el anterior
bocado y la cosa no ha ido a más, pues damos otro tajo.
Es necesario que nos involucremos
más en los temas. Ya no es válido aquello de la política para los políticos. La
política, el cómo se administra o se deja de administrar, es algo que debe
preocuparnos a todos y cada uno de nosotros porque a todos de una u otra manera
nos afecta. No es de recibo que nos conformemos con votar una vez cada cuatro
años a nuestros representantes y no nos preocupemos siquiera ni en saber si
acuden a los parlamentos, ayuntamientos, etc. las personas a las que dimos
nuestro voto. Es triste cuando alguien te pregunta a nivel municipal ¿por qué desde
el ayuntamiento no hacéis esto o lo otro? , tienes que comenzar por explicarle
que los concejales de tal o cual grupo, a los cuales tal vez les dío su voto, no
hacen ni aparecer por los plenos y por tanto es imposible sacar los temas adelante.
Todo esto es desidia, apatía o
como se quiera llamar y mientras, de una u otra manera, vivamos instalados en
ella estamos condenamos al fracaso como pueblo, como grupo, como sociedad, e
incluso como ciudadanos individuales.
Lo dicho, por la apatía a la
autodestrucción de muchas cosas y fundamentalmente de la democracia. Y mientras
tanto lo que uno no hace en su casa, en su contexto, en su pueblo, etc. de
fuera vienen otros y lo hacen a su manera.
Ojala que nadie nunca nos pudiese
decir algo así como que “lloras hoy por no haber luchado ayer”
José Luis Ochoa