viernes, 29 de marzo de 2013

DEPREDADORES DE LA DEMOCRACIA


DEPREDADORES DE LA DEMOCRACIA
Uno a estas alturas de la movida ya no sabe si lo que aquí ocurre es que la sociedad está en un nivel grave de enfermedad democrática, si la inmensa mayoría de los políticos son de la casta de la corrupción y del todo vale, o si se está implantando en la sociedad aquella creencia aniquiladora de la libertad individual resumida en la frase de que "el ladrón con lo robado siempre puede proteger más que el pobre honrado". Sea como fuere lo cierto es que aquí basta ver un poco por encima la prensa cada día para constatar cómo los políticos de turno se saltan a la torera una y otra vez sus propias leyes. Basta seguir un poco las noticias para observar cómo manipulan la información, confunden al personal y se instalan en el obscurantismo sean de la opción política que sean. Violan constantemente y sin ningún rubor sus propios pactos. Desoyen el mandato democrático recibido en las urnas, etc. etc. , y en definitiva nos están robando la democracia a dentelladas como si fuesen hienas esteparias.
Pues sí, depredadores de la democracia son tanto los que se apropian ilegítimamente de lo ajeno, como los que hablan mucho para no decir nada intentando confundir al personal, como los que mienten con la cara y el pelo sin ruborizarse lo más mínimo diciendo que sus intereses son equis cuando estamos viendo que con sus actuaciones y comportamientos se quedan día tras día con el trasero al aire. Depredadores de la democracia son quienes cuando se trata de pedir el voto dicen van a hacer algo que luego no cumplen ni por asomo.
Hemos manifestado en multitud de ocasiones que nunca pertenecimos y ni intención que tenemos de pertenecer a partido político alguno sea del signo que sea. Nos es más que suficiente ser ciudadano democrático e intentar en la medida de nuestras posibilidades aportar nuestro grano de arena al quehacer democrático pensando en que algún día en este solar en el que vivimos exista una verdadera democracia y no el simulacro de la misma que percibimos ahora mismo.
No obstante, a pesar de que no creemos en la validez de los partidos políticos actuales con los líderes actuales para sacarnos de donde nos han metido, a pesar de que pensamos ha llegado la hora de que esos personajes que se suelen denominar pesos pesados de los partidos y no tan pesados se larguen a tomar vientos frescos y dejen paso a otras opciones políticas donde la ética, honradez y vergüenza torera sean los faros que nos guíen siempre embadurnados de una auténtica democracia, hoy por hoy, puesto que son los partidos políticos los que actúan sobre nosotros engañándonos e intentando vendernos motos tendremos que preocuparnos de ellos aunque solo sea para denunciar sus fechorías contra la democracia.
Hemos titulado esta entrada depredadores de la democracia y como tales entendemos que actúan quienes hacen gala de ser un partido democrático por el hecho, en teoría solamente, de que sus afiliados pueden elegir a sus representantes directamente y en listas abiertas. Acaba de celebrarse hace unos días el congreso del partido político más votado en esta comunidad nuestra y doy fe que conozco y tengo relación con afiliados de UPN que pagan religiosamente sus cuotas desde hace más de una decena de años con los que hablo con alguna frecuencia. Pues bien, obviando los datos de que de los 2.750 afiliados con derecho al voto solo han votado el 60% o, dicho de otra manera el 40% no ha votado, lo cual tratándose de afiliados de un partido nos parece cuando menos preocupante, creemos que es patético que se haya intentando plantear un congreso de un partido político como si nos estuviésemos jugando todos la gobernabilidad de esta tierra. Pero ¿qué coño nos importa si sale uno u otro? Allá ellos y los 1673 afiliados que el otro día votaron, en principio, lo que les dio la gana.
A quienes vemos estos comportamientos desde fuera nos da pena como se intenta manipular al personal con cuentos chinos como ese de la gobernabilidad o vendiéndoles la moto de que ahora no es bueno unas elecciones anticipadas con el gasto que eso conlleva y con la crisis que tenemos. ¿Qué morro ,no? ¿ Y las dietas? ¿Y las subidas de los sueldos? ¿Y la Can?. Claro que mientras en la capital del reino se cobren 200.000 euros (más de 33 millones de las antiguas pesetas) en dietas sin justificar por parte de 14 concejales de opciones políticas diversas y aquí no pase nada, qué vamos a esperar?. Por eso es por lo que los llamamos depredadores de la democracia, porque con sus actuaciones ilegitimas y carentes de ética y decencia están robando a la ciudadanía la esperanza en la propia democracia.
Aquí que haya elecciones anticipadas no depende en este momento de quien sea el presidente de UPN ni incluso, al menos exclusivamente, de la Sra. Presidenta del gobierno. Depende del sentir democrático de quienes tiene la mayoría en el parlamento y esa mayoría es la misma hoy que hace diez días ó que hace un mes.
No nos vale que yo con no se con quien, no estoy dispuesto a gobernar. No se trata de eso señores del PSN. Se trata de otra cosa. Se trata de ponerse de acuerdo para obligar a hacer algo que ustedes con la boca pequeña lo están diciendo todos los días. Si ustedes de verdad creen que la señora presidenta debe marcharse pónganse de acuerdo con el resto de los grupos de la oposición simplemente para forzar de una u otra manera elecciones anticipadas fijando fechas con luz y taquígrafos a fecha fija y déjennos de pamplinas. Pero claro, hace tiempo que se les ve el plumero. Ni a ustedes ni a sus antiguos socios de gobierno les interesa adelantar las elecciones porque no tienen garantizada una mayoría aunque se volviesen a unir con UPN teniendo en cuenta los resultados que las encuestas les vaticinan. Sus expectativas de votos no les alcanza. En definitiva tienen miedo a lo que pueda decir la ciudadanía en las urnas. Y a todo eso lo llamamos depredación de la democracia.
Igualmente son depredadores de la democracia todos los que perteneciendo al partido político que sea, o no, ponen palos en la rueda del acuerdo para poner en práctica aquello por lo que dicen pelear mientras no les toque sus poltronas o sus banquetas donde tienen colocadas sus posaderas. Y por supuesto que la mayoría de ellos fuera de la política no encontrarían ni un taburete donde colocarse.
Son de igual modo depredadores de la democracia quienes no hacen nada por que el personal se entere de cuanto acontece en la gestión de la cosa pública, en la vida municipal de nuestros pueblos, etc. y por el contrario cobijan sus actuaciones bajo las alas del obscurantismo con lo que hacen muy difícil que el personal juzgue, critique y decida sobre sus comportamientos.
Son depredadores de la democracia quienes habiendo sido elegidos para trabajar por los ciudadanos en cualquier esfera del poder político, de la administración pública, no se involucran en nada e incluso no se molestan ni en acudir a los foros a los que son requeridos por el puesto que ocupan.
Son depredadores de la democracia quienes no son capaces de posponer enfrentamientos personales en aras de acuerdos que generen mayorías con las que luchar por la mejora de la vida de los ciudadanos, de los vecinos.
Somos depredadores de la democracia incluso los ciudadanos cuando por el motivo que fuere nos desentendemos del quehacer socio-político y nos cobijamos exclusivamente en lo nuestro esperando que las cosas se solucionen por el simple hecho de que transcurra el tiempo.
Todo lo que merma la esperanza del ciudadano en el sistema democrático como el engaño, el fraude, el obscurantismo, etc. es consecuencia del quehacer de los depredadores de la democracia. Y aquí no hay alternativa: ó democracia ó crispación y violencia. Tachar como antidemocráticos comportamientos totalmente democráticos y que están amparados por la constitución como está ocurriendo últimamente es sencillamente reforzar la coraza de los depredadores de la democracia. Esto es muy peligroso y al margen de ubicarnos en el desánimo y en la indignación nos predispone a comportamientos ilógicos y de consecuencias imprevisibles. Estos comportamientos nos aleja del lugar habitable para la mayoría, donde el diálogo, el pacto, la discusión ó la negociación sean la base de las relaciones. Pero no siempre en ese diálogo, en ese pacto, en esa negociación deben ganar  los mismos y mucho menos si solamente representan un porcentaje minoritario de la sociedad que por mor de unas leyes electorales, que los grandes depredadores de la democracia no tiene ninguna intención de cambiar, se ven instalados en las poltronas del poder.
Son tantos pues los depredadores de la democracia que la acechan constantemente y día tras día que o nos involucramos y desenmascaramos a los depredadores allí donde estemos, allí donde los encontremos o estamos abocados al fracaso democrático de manera inminente después de deshacer las conquistas habidas por la lucha llevada a cabo durante tantísimo tiempo.
José Luis Ochoa