jueves, 14 de julio de 2011

BIEN

BIEN
¡Bien, se cierra Garoña! Acabo de leer la sentencia de la Audiencia Nacional. Sí, Garoña es la central nuclear de Burgos, es decir está bastante cerca de estos lares. La central nuclear de Garoña que entró en funcionamiento en 1971, es la más antigua de España y con una potencia de 466 megavatios es la central nuclear más pequeña en funcionamiento de este país. Ya el año 2009 el Estado publicó la orden de cierre para el 6 de julio de 2013 con lo que se alargaba el funcionamiento de la central más allá de los cuarenta años de funcionamiento, pero sus propietarios, Endesa e Iberdrola al 50%, amparados en el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que dio el visto bueno para que la central funcionase 20 años más, fueron a los tribunales.
Bien es cierto que el PSOE en su programa electoral prometió cerrar las nucleares cuando cumplieran su vida útil de 40 años que en el caso de Garoña se cumplieron el pasado mes de marzo. Pero, menos da una piedra. Menos da una piedra y estamos de acuerdo con que se cierre Garoña aunque sea en el 2013, si bien hubiésemos preferido fuese este mismo año.
Estamos de acuerdo por varias razones. Estamos de acuerdo porque, tal y como leemos, según la sentencia referida de la Audiencia Nacional, se considera “especialmente trascendente” la justificación del cierre de la central para potenciar las energías renovables. Estamos de acuerdo porque la misma sentencia deniega todo tipo de indemnización supermillonaria solicitada por los propietarios si se cerraba la central. Ojo, estamos hablando entre una cosa y otra de aproximadamente 1.500 millones de euros, casi nada.
Es cierto que la central emplea a unas 300 personas de manera más o menos directa y otras tantas  en contratas. Verdaderamente el cierre es un fuerte impacto en cuanto a empleo en una zona agrícola. Pero también es cierto que el desmantelamiento de la central comenzaría tres años después de parar la nuclear, es decir el 2.016 y este desmantelamiento es previsible dure diez años durante los cuales se mantendría el empleo. Tiempo más que suficiente para regenerar ese empleo con otras alternativas.
También es cierto que Garoña es una planta idéntica al primer reactor de Fukushima I, que no solo no resistió el tsunami que arrasó la costa japonesa, sino que además sufrió una explosión de hidrógeno que aún no se ha aclarado. Y esto son palabras mayores. La seguridad de las centrales nucleares está cada día más en entredicho. O acaso los alemanes son tontos cuando deciden cambiar todo su plan nuclear a raíz del tema japonés? O es que las centrales nucleares que pululan por aquí son más seguras que las de los alemanes?
Nos gustaría pues que esto fuese el principio de un camino sin retorno para el cierre de otras centrales nucleares. Apostamos por otro tipo de anergias aunque ello suponga tener que cambiar en alguna medida nuestros hábitos de vida. Preferimos un planeta más habitable y con menos riesgos para quienes con toda seguridad vamos a dejar aquí, léase nietos, hijos, etc.
Bien es verdad que esta decisión de cerrar Garoña hubiésemos preferido se hubiese producido de alguna manera como consecuencia de una decisión popular. Como consecuencia de un pronunciamiento democrático.
De todos modos sea como sea, el cierre de Garoña, bien.
José Luis Ochoa