UNA DE BARBAS
Es evidente que la lentitud con la que aparentemente se están confeccionando las soluciones para el problema de la deuda de Grecia ha involucrado a Italia y España, de una manera clara y esperemos, por lo que nos afecta, que no sea definitiva, en el problema de la crisis, prima de riesgo, pago de más intereses para la captación del dinero, etc., etc., Situación muy grave creemos por dos cuestiones:
En primer lugar Italia y España son dos países de relevante tamaño, lo que haría prácticamente imposible juntar el dinero necesario para un posible rescate a ambos. En segundo lugar, en el caso de Italia se trata de un país fundador de la Unión Europea, que además pertenece al G7, lo que cualitativamente es realmente relevante.
Por tanto, la presión se ha redoblado: hay que resolver el problema o la prolongación de esta presión asfixiante podría devenir en fatal desenlace.
Por parte estadounidense, la realidad no es tampoco muy boyante, salvo por un arranque de una temporada de resultados empresariales que tiende a ser positivos y una leve mejora en las últimas cifras económicas publicadas. Pero el quid de la cuestión de sus perspectivas económicas de corto plazo sigue siendo la aprobación o no de un plan que implique tanto la elevación del techo de la deuda pública como, aún más importante, una estrategia para los próximos años que reduzca significativamente el déficit público. ¿Pan para hoy y..........?
Por todo esto esta semana en la que estamos no esta siendo huérfana de emociones. Además en concreto con relación a España estamos asistiendo a cuestiones muy significativas:
Los resultados de los test de estrés, que no han sido del todo negativos para las entidades españolas. Es cierto que el ejercicio de transparencia hecho por España ha superado claramente al resto de los países de la UE, pero no se ha reflejado en la prima de riesgo. Ayer nuevo record histórico con los 370 puntos y, por tanto, a pagar más intereses por las letras a 12 y 18 meses. Mañana veremos los bonos a 10 y 15 años.
La salida a bolsa de Bankia y Banca Cívica ( aquí está la CAN), que podrá ser más determinante que los propios test de estrés, viendo cómo han fijado los precios de las acciones en precios mínimos, sin duda a nuestro corto entender por miedo a no colocar la cantidad de acciones que tienen prevista o lo que es lo mismo, miedo a no captar los millones de euros que una y otra entidad pretenden captar.
Por otro lado, mañana jueves se celebra la Cumbre Europea de Jefes de Estado y de Gobierno. Aparte del escollo aparentemente insalvable de la participación o no del sector privado en el rescate de Grecia, parece que en un contexto de tan alto riesgo como el actual, con los antecedentes recientes, con la Merkel de turno dispuesta a no dar su brazo a torcer y bajo una expectativa que aún en su escenario posible más optimista, seguiría sin ser el rejón de muerte del problema, el abismo parece cada vez más cercano.
Pues bien, mientras tanto, dentro de este embrollo económico en el ámbito mundial, europeo, y en nuestra propia casa parece que la solución a todos nuestros problemas está en adelantar las elecciones. Está en quítate tu, me pongo yo y en cuatro días todo solucionado. Pues yo no soy tan iluso. Basta recordar qué ha pasado hace cuatro días, como quien dice, en nuestro vecino Portugal. Estaban los socialistas, tuvieron elecciones, ganó la derecha y si observamos la prensa día tras día nos hacermos cargo de cómo están: ajustes y más ajustes, impuestos extraordinarios, etc. Si miramos a Italia, donde no ha habido elecciones, más de lo mismo, ajustes y más ajustes con copago incluido.
No, la solución no está en las elecciones. La solución está en la profundización democrática. Aquí y ahora da lo mismo derecha que izquierda. Aquí es necesario un mayor compromiso democrático. Pedir día tras día elecciones anticipadas no ensancha la democracia. Tampoco el negarse a anticiparlas pensando que esto puede mejorar algo en estos meses hasta marzo. Lo que ensancha la democracia es que a mí me digan qué piensan hacer para arreglar esto. ¿Reducir las pensiones? ¿Recortar los salarios? ¿Establecer el copago de los medicamentos y servicios médicos? ¿Echar la culpa de todos los males a los que estaban antes? ¿Seguir sin reconocer sus fechorías? ¿Seguir sin saber conjugar el verbo dimitir en la primera persona de singular:”yo dimito” a pesar de ser indecentes? Pero sí conjugan a la perfección el “yo sigo”, sea como sea. ¿Piensan seguir poniendo parches a este sistema económico que se esta demostrando se tambalea y es necesario cambiar?. Miren, señores políticos de turno, comiencen diciéndonos la verdad a los ciudadanos de a pie y no nos toquen mas las narices. Comiencen por el artículo de la mínima decencia política rebajándose sus sueldos a la mitad, sí como suena, ¡¡¡¡ a la mitad, coño !!! y entonces algunos, tal vez, comiencen a escucharles un poco más, pues lo de hacerles caso y creerles es harina de otro costal, mientras su discurso esté tan vació de contenido y sin ningún apoyo con los hechos del día a día, mas bien todo lo contrario.
Sí, sí, también esto es aplicable a los ayuntamientos. Mientras tanto, tal vez fuese prudente y acertado poner las barbas a remojar pues las de los vecinos, léase griegos, irlandeses, portugueses, etc. ya estamos viendo cómo se las están pelando.
Por eso iba de barbas.
José Luis Ochoa
