lunes, 12 de septiembre de 2011

DEMOCRACIA, PRIORIDADES, ETC.

DEMOCRACIA, PRIORIDADES, ETC.

Escribía el otro día en mi última entrada a este blog refiriéndome al modo y manera como se ha reformado la constitución: “No nos convencen las razones que han dado los políticos para hacerlo”. Igualmente afirmaba que a mi modo de ver “Aquí lo que hay es simplemente una crisis de escala de valores”. Evidentemente uno entiende que es un problema de ausencia de prioridades consensuadas por la mayoría de la ciudadanía. Uno entiende que es un problema de falta de democracia.

Hoy hace 10 años del 11-S y si algo quedo claro aquel fatídico día fue la  necesidad del fomento de la democracia. Apareció la evidencia de la urgencia de las reformas democráticas en todo Oriente Próximo y en otras partes del mundo. Durante varias décadas la mayor potencia de la tierra e incluso por lo menos entre comillas “el país más democrático del mundo”, paradojas de la historia, había estado buscando la estabilidad estratégica mundial en detrimento de la democracia al ayudar a los regímenes autoritarios.  

Por otra parte, el devenir de la historia nos ha enseñado que si el personal no tiene manera de obligar a sus gobiernos a rendir cuentas, a realizar un cambio de manera pacífica, lo hará de forma violenta. Eso es lo que está pasando en Oriente Próximo actualmente. Además es triste, pero es evidente, que hoy en día los extremistas son las fuerzas políticas más organizadas, consecuencia sin duda ninguna de que los autoritarios no permitieron la política en democracia y en la plaza pública, y entonces la "política" entró en las mezquitas radicales.

El autoritarismo a la larga es sencillamente insostenible. Por muy difícil que pueda ser el tránsito hacia la verdadera democracia, es la única senda hacia la verdadera estabilidad. Los extremismos siempre pierden fuerza en la medida que la gente puede utilizar los medios legítimos para controlar su futuro. No creo que el extremismo venza cuando se permita el debate abierto de ideas de manera cotidiana. Si no se permite, por el motivo que sea este debate, nacerán nuevas instituciones políticas, débiles al principio, pero en última instancia necesarias para definir la relación entre la autoridad del Estado y los derechos de las personas. Instituciones políticas que las harán crecer ciudadanos que de manera irrenunciable se sienten con derecho a decidir y a ser consultados y con derecho a no ser engañados, llámese 15 M o como se quiera. Es necesario poner a funcionar unas constituciones y por ende unas instituciones que definan las relaciones entre los que gobiernan y los que consentimos que nos gobiernen.

Si, es cierto y somos conscientes de que estamos inmersos en una crisis económica tremenda. Pero también es cierto que estamos atados por un déficit democrático importante en todas las esferas, léase, nacional, provincial ó municipal. Hoy se confunde con demasiada frecuencia legalidad con democracia y no nos preguntamos si esas leyes sobre las que quieren apoyar esta, a veces, recortada democracia son válidas para hacerla crecer y mejorarla o por el contrario la atrofian cada día más. Que nadie piense que por ser legal algo ya tiene el marchamo democrático. Eso no es así.

Escribíamos que, desde nuestro punto de vista, lo que hay es una crisis en nuestra escala de valores y sobre todo en la escala de valores de nuestros políticos. Existe un gran desorden a la hora de establecer prioridades individuales y colectivas. Esta mañana leía que gastamos más en lotería que en investigación, 27.000 millones por 18.000. El presupuesto de la 1ª división del futbol es superior a lo que gastan las empresas en investigación y desarrollo. Creemos más en loterías y en soluciones individuales que en el esfuerzo. Y como digo más arriba somos ciudadanos con derecho a no ser engañados.

Hoy es evidente que estamos en campaña electoral. Si, bien digo, en campaña electoral, pues a mí eso de la precampaña y luego la campaña me parece una auténtica chorrada. Pues bien, a ver cuánto tardan los políticos de turno, de uno u otro signo, en decirnos que para ellos es intocable, la enseñanza, la salud, las pensiones, etc. Entonces estará claro que lo digan unos u otros lo que estarán haciendo será intentar engañarnos para que les demos nuestro voto. ¿Qué están haciendo los gobiernos autonómicos gobernados por los mismos partidos que nos van a pedir el voto el próximo 20 de noviembre?. A las pruebas me remito y no me voy a ir ni a Madrid, ni a saludar a la Cospe, que por otra parte no tengo el gusto de conocerla personalmente, ni a Soria, ni… . No es necesario hacer turismo, en mi querida Navarra estoy viendo por donde van los recortes. Demasiado morro, no?

Los erarios de los países deben revertir en quienes los acumularon o en sus descendientes. Deben revertirlos en forma de Seguridad Social, educación,  pensiones, salud, etc. que para eso el personal ha contribuido durante tantos años a forjar ese erario publico. Deben invertirlo en educación por ser la única manera de garantizar un futuro a los que nos siguen y que se quedaran aquí cuando nosotros nos vayamos.

Si, hoy hace diez años del 11 S. Sin duda ese día comenzó a cambiar la manera de actuar de los distintos estados encabezados por EEUU. Es posible que incluso tengan razón quienes afirman que el mundo comenzó a cambiar seguridad por libertad, pero el devenir de estos años nos ha seguido enseñando que valores como democracia, escala de valores, prioridades, etc. siguen siendo hoy más validos que nunca y tendremos que defenderlos día tras día si queremos afrontar nuestros problemas con alguna garantía de éxito. Solamente estableciendo otro orden de prioridades concreto y distinto al actual podremos salir de esta cruda realidad en la que estamos inmersos con garantía de no volver a tropezar en la misma piedra. De no hacerlo asi estaremos condenados a repetir el ciclo social/económico cada 25 ó 30 años.
Es necesario consensuar una nueva escala de valores, una nueva escala de prioridades distinguiendo claramente entre lo imprescindible y lo superfluo haciendo siempre uso decidido de la democracia.

José Luis Ochoa