¿APATIA POLITICA?
Es posible, amable seguidor, que dado el momento en que nos encontramos -dentro de unas pocas horas jurarán ante el rey los cargos los nuevos ministros del gobierno nombrados por Rajoy – y viendo el título de esta entrada pienses que hoy va del nuevo gobierno. Pues, no y siento defraudarte. Vamos a dejar de momento que los nuevos ministros tomen posesión de sus cargos, que se pongan a trabajar y de momento les deseamos todo el acierto del mundo para ver si a todos nos va un poco más bonito. Bien es cierto que mirando un poco a reojo no nos gusta que la ciencia se quede sin ministerio, que el medio ambiente vaya a ser dirigido por una persona que consideramos tiene bastante poca conciencia ecologista y que se vea bastante BBVA, bastante MBDA, bastantes tanques, etc. Pero, a lo dicho, que hoy no toca gobierno.
Que de lo que quería escribir hoy era de algo de uno considera mucho más importante en este momento por sus posibles consecuencias a corto, medio y largo plazo para nuestra sociedad, como es la apatía política.
Es cierto que si uno echa un poco la vista atrás a esos años de prosperidad, la sociedad fue viviendo sin demasiada preocupación por los aconteceres políticos incluso cuando algunos de los llamados políticos se veían involucrados en mil y un casos de corrupción monetaria. Esto era tan así que incluso hemos asistido al triunfo de más de uno de estos políticos corruptos en distintas citas electorales lo que demostraba que hiciesen lo que hiciesen a penas les pasaba factura en su devenir político. Esto es lo que en alguna ocasión nos ha llevado a afirmar que esta sociedad estaba enferma.
Pues bien, aunque próximos, vemos ya muy lejanos esos años de prosperidad y actualmente enfangados hasta la barbilla en la crisis, esta apatía política, desde nuestro punto de vista, sigue ahí e incluso en aumento.
Estamos a pocas horas de conocer en detalle las primeras medidas económicas emanadas de los primeros consejos de ministros del nuevo gobierno. Medidas que sin duda nos van a llevar a un tiempo duro y difícil por ser medidas de recorte. Van a ser medidas de recorte porque si algo tiene claro el Sr. Rajoy es que, aunque dice por activa y por pasiva que su primera preocupación es el paro, su primer objetivo es luchar contra el déficit. Europa ha dado esa instrucción y España la ha abrazado incluso incorporándola en su constitución. Es posible pues, que el anuncio de una política de recortes nos venga dado en su concreción a modo de aguinaldo navideño este próximo viernes. Nadie duda a estas alturas de la película que el gobierno en los próximos meses concretará un plan de recortes duro y más duro todavía a partir del mes de marzo una vez pasadas las elecciones andaluzas. Claro que si alguien quiere tener una foto previa, a modo de fotocopia, de todo esto que vuelva la vista hacía Cataluña, Castilla La Mancha, País Vasco, Navarra, etc. Basta abrir la prensa y verán recortes, protestas, etc. cada día más frecuentes.
Pues bien, mientras esto ocurre, hablas con el personal y hay todavía algunos que no se enteran. Entiendo que los menos y que pertenecen a esa ralea de personas, cada vez ya más escasa, a las que la crisis no ha tocado todavía lo más mínimo. Pero la mayoría del personal que de una u otra manera ya está sintiendo en sus propias o próximas carnes los efectos de la crisis, están dispuestas a pagar cualquier precio con tal de vislumbrar un atisbo de enganche o reenganche al mundo laboral, etc. Urge pues, en este momento que alguien nos remueva las conciencias, alguien que nos saque de esta especie de resignación ante “lo inevitable” y que nos haga ver que hay otras maneras, distintas a las que se nos proponen, para ir solucionando todo esto.
Si no es así, esto puede convertirse en un paseo militar durante el cual perderemos cantidad de derechos sociales y esa calidad de vida que durante tantos años y que con tantos esfuerzos se han ido consiguiendo. Estas conquistas sociales no emanaron de la apatía política, ni de la resignación, ni del esperar a que hagan. Emanaron de la participación, del compromiso democrático, del querer saber qué pasa y en definitiva de aportar mis opiniones sobre qué y cómo quiero que se hagan las cosas. Esto es válido para la política nacional, provincial y municipal.
Esto es sencillamente más democracia y menos apatía política.
José Luis Ochoa