TEMEROSOS Y CON DUDAS
Leemos esta mañana cómo el futuro presidente de este país ha dejado muy claro en las distintas reuniones y foros en los que ha participado en las últimas horas por las Europas que no piensa poner obstáculos a ninguna fórmula de modificación de tratados europeos. Uno espera que para tomar esta decisión tenga un profundo conocimiento de todas estas posibles modificaciones o implementaciones y así por lo menos, aunque no se nos consulte a la ciudadanía, tenga un elemento de juicio suficientemente consistente como para garantizarnos cierta posibilidad de acierto.
De momento lo que sí es cierto es que con esta postura facilitará en alguna medida que las reuniones salvadoras del euro con los planteamientos de otros, léase Merkel y Sarkozy, sean algo parecido a exitosas.
Igualmente de una u otra manera, por activa y por pasiva, ha prometido ser un alumno aplicado y diligente a la hora de poner en marcha fundamentalmente las recetas alemanas que no son otra cosa que recorte del déficit, austeridad y profunda reforma laboral. A juzgar por manifestaciones de algunos significados miembros de la patronal CEOE está claro que los empresarios confían en que Rajoy haga una reforma laboral en profundidad, pues aunque ha dado un mes para que las centrales sindicales y patronal se pongan de acuerdo, este se antoja harto difícil y con escasas posibilidades. Está meridianamente claro que Rajoy no va a llevar a cabo políticas expansivas como EEUU. Alineado de esta manera con Europa estamos abocados a una política de austeridad, de recorte, etc. Y estamos abocados a esta política de reducción de déficit y por tanto de recortes, entre otras cosas, porque Rajoy piensa que no hay otra alternativa. Los socialistas no fueron capaces de aplicarlas, estos sencillamente creen que no existen.
Sin embargo, tal vez, uno de los temas más polémicos en estos momentos, desde el punto de vista democrático, es el hecho de que Rajoy mientras hasta ahora aquí se ha mantenido ambiguo y sin apenas soltar prenda a la hora de explicar sus planes de recorte y reformas, haya podido ofrecer esos detalles a sus socios europeos antes que a los ciudadanos españoles.
En estos momentos, de alguna manera podemos afirmar que con el aparente acuerdo de los 26 ó 23 (está claro que Reino Unido se queda fuera, mientras Hungría, Republica Checa y Suecia por distintos motivos no han dado el sí definitivo) el euro ha sido salvado de momento. Pero no nos equivoquemos. Nos han intentado vender que o se salvaba el euro o esto era el fin del fin, pero....
Estamos de acuerdo y así lo hemos manifestado en varias ocasiones que la construcción de Europa y en concreto la implantación del euro había sido comenzar a construir la casa por el tejado. Por tanto si se quiere más Europa, si se quiere apuntalar y cimentar como se debe este proyecto, esta realidad que es Europa, es necesario ir a una unificación fiscal, etc. No es entendible que si nos fijamos en los tres grandes impuestos como son el iva, el de la renta y el de sociedades existan tan grandes diferencias de unos países a otros. En el iva observamos que mientras Dinamarca paga el 25% Luxemburgo tiene apenas el 15%. En de la renta va desde el 60% de Suecia hasta el 10% de Bulgaria y en el de sociedades desde el 34% de Francia hasta el 10% de Chipre. Estamos pues de acuerdo en que hay cosas de deben cambiarse y en esta dirección parece que se va a caminar en los próximos meses. Pero, ojo, la crisis no está resuelta ni incluso en vías de solución. Mientras tanto, como vengo repitiendo, aquí nadie suelta prenda. Está por llegar la concreción de los recortes, la concreción de la reforma laboral, etc. etc.
Yo también pienso que en estos momentos Europa es más alemana que ayer con un fuerte perfume francés y que la solución de la crisis de mi país todavía no ha comenzado ni mucho menos a solucionarse. A uno le hubiese gustado que Alemania se hubiese hecho un poco más europea y que las cosas se hubiesen hecho de otra manera sin dejar esos trozos de comportamiento democrático por el camino. Veremos que nos deparan las próximas semanas, los próximos meses. Vamos a ver si al final estamos 26, 23 ó 17. Veamos qué hacen al final los suecos, irlandeses, etc. De momento constataremos, como algo muy positivo que Croacia hace 20 años estaba en guerra y que ahora está firmando su futura próxima adhesión a la UE. De momento la unión fiscal está abierta a todos aquellos países que estén dispuestos a cumplir las duras condiciones que impone la señora Merkel. Mientras tanto parece que, la señora, no ha entendido o no quiere ver que efectivamente la deuda es de los italianos, griegos, españoles, etc. pero el problema es de ellos que han comprado los bonos.
Por otro lado desde el punto de vista del ciudadano de a pie se piensa que todo lo que ocurre a nuestro alrededor es resultado de manipulaciones, de gestiones e intereses ocultos. Con demasiada frecuencia la autoridad, los políticos no son explícitos y fundamentan sus actuaciones en estructuras organizativas supranacionales que al estar pactadas entre los distintos Estados nadie osa cuestionar. Esto es un error. Si la UE quiere dotarse de un proyecto común ilusionante para los ciudadanos deberían articularse nuevas formas de representatividad para que las decisiones se tomen colectivamente y más democráticamente. Cuando decimos decisiones decimos todas las decisiones. También las económicas aunque pensamos que tal vez de todos los valores posibles a compartir por los europeos la eficacia económica tal vez no sea el más importante.
En fin que mientras observamos los acontecimientos de las últimas horas, reflexionamos sobre las conclusiones, asumimos que los presupuestos de esta piel de toro serán sometidos al escrutinio de los países miembros de la incipiente gran alianza europea dentro del euro y denunciamos, una vez más, la falta de talante democrático, nos encontramos temerosos y con muchas dudas.
José Luis Ochoa