jueves, 12 de abril de 2012

SEGUIMOS...

SEGUIMOS……
Escribíamos el otro día que nos sentíamos insultados,  apaleados y amenazados. Pues bien seguimos. Seguimos cada día que pasa, incluso cada telediario o noticiario que asoma por las distintas ventanas de la información, cargando nuestra mochila de la desesperanza viendo el caminar de nuestros gobernantes por la senda, ancho camino ya de dimensiones similares a una autopista, hacia la destrucción masiva de nuestro estado de bienestar.
Nos seguimos moviendo con titulares de recortes añadidos afectando a lo que hace cuatros días aseguraban era intocable. Nos siguen engañando, pues. Ahora con, nada más ni nada menos que, 10.000 millones en Sanidad y Educación. Luego, léase mañana o pasado mañana, ya veremos. Uno piensa que esto con ser duro, indigno y sustentado en un fraude de la palabra dada a la ciudadanía, no va a ser lo último. Y no va a ser lo último porque, aunque esto parece una novela por entregas, no hay más que ver cuál es la reacción de los mercados. Está claro que este nuevo tijeretazo de Rajoy en sanidad y educación no contenta a los mercados. La prima de riesgo no baja de los 400 puntos básicos incluso ha estado hace dos días en los 430, cifras que casi teníamos olvidadas y que supera los máximos desde que el PP llego a la Moncloa y comenzó a practicar el deporte diario del recorte amparado en su mayoría absoluta.
Uno se pregunta con alguna frecuencia hasta qué grado somos conscientes los ciudadanos de qué nos va a suponer todas están medidas que, se denominen como se denominen, tienen el denominador común del recorte del estado de bienestar. Sobre todo, desde mi punto de vista democrático, me pregunto hasta qué punto nos enteramos los ciudadanos del grado de manipulación al que estamos sometidos. Claro que si no somos capaces de unir el hecho que del centro de salud próximo a nuestro domicilio desaparezcan las urgencias  de un día para otro o que a la hora de solicitar una consulta con el especialista de turno en vez de esperar mes y medio tengamos que esperar tres meses para ser atendidos, etc. con los recortes en Sanidad, estamos condenados a seguir llenando la mochila de la desesperanza y aguantar hasta que esa mochila sea tan pesada que nos resulte imposible transportarla un solo paso más.
A mí me resulta difícilmente digerible  que con medio millón más de alumnos haya 6.400 millones (insisto de euros, no de pelas) menos para educación. A quienes tenemos en nuestra escala de valores en un lugar preferencial el tema de la enseñanza esto nos parece patético. Que nadie nos cuente que se trata de ajustes y no de recortes, que uno engaña si el engañado se deja engañar.
No recuerdo dónde leía esta mañana a propósito de la postura de Rajoy de estar dispuesto a sacar adelante sus planes, sus recortes, su estabilidad presupuestaria, etc. sin pactos y apoyado exclusivamente en su mayoría parlamentaria, que solo nos queda orar y confiar. Triste panorama pero sea como fuere seguiremos denunciando aquello con lo que no podemos estar de acuerdo.
No podemos estar de acuerdo en que se apoyen en la crisis económica, en la escasez económica para justificar los recortes en salud pues esto una vez más, en el mejor de los casos, es una verdad a medias. En realidad no existe escasez económica tal y como nos lo intentan vender. Lo que existe más bien es inversiones inadecuadas permanentemente mantenidas en el tiempo. Además uno entiende que los recursos destinados en una comunidad a estos temas no pueden estar al pairo de los vaivenes de la economía, de los políticos de turno y mucho menos de las ideologías de quienes tienen en un momento u otro  la sartén por el mango, es decir los dirigentes de turno. Mucho menos cuando estos dirigentes han sido elegidos democráticamente pero engañando a la ciudadanía diciendo que esto o lo otro era intocable y a la vuelta de la esquina donde dije diego…. Los recursos a dedicar a la sanidad, a la educación, etc. deben cimentarse en las prioridades de la población y en la transcendencia e importancia que los ciudadanos conceden a estos temas dentro de su escala de valores. Eso sí sería actuar democráticamente. Actuar de otra manera no es democracia. Lo diremos claro “preferimos sanidad y educación al TVA, etc. etc. que por otra parte nuestros políticos no parecen estar dispuestos a replantearse”
He titulado esta entrada con un seguimos y puntos suspensivos. Y lo he hecho porque de alguna manera uno siente que siguen intentando engañarnos días tras día. Decía ayer, creo que era el Sr. de Guindos que es mejor que hagamos los presupuestos nosotros a que vengan otros a revisarnos las cuentas y a hacernos los presupuestos refiriéndose a que es mejor hacer cuantos recortes sean necesarios antes de que vengan otros, léase la UE, los mercados, y nos los hagan ellos. ¿Pero de verdad creerá el ministro que alguien con dos dedos de frente se cree que son los gobernantes de este país, los que en este momento están decidiendo? Venga, va, que hace tiempo que en este país nadie mueve un dedo a la hora  de recortar y tomar decisiones de calado sin contar con nuestros “socios” europeos, los mercados, etc. Si esto no es intervención ustedes me dirán. Necesitamos  políticos valientes capaces de romper las ataduras con las estructuras que nos están obligando a caminar por la autovía que nos marcan los otros, los de fuera. Y necesitamos esa clase de políticos en todos los niveles de la sociedad, es decir, gobiernos centrales, autonómicos y ayuntamientos. Sí, sí también ayuntamientos.
La pregunta aquí y ahora es ¿seguirán? De momento ya se está descolgando, a modo de desbrozadora del camino, el FMI (Fondo Monetario Internacional) con el tema de las pensiones y jubilaciones. Mala cosa para la economía parecen decirnos el que la gente cada día viva más, que haya cada vez más “viejos”. Ya están demandando mayor retraso en las jubilaciones y menor cuantía de las pensiones. Lo dicho, una desbrozadora del camino por el que transitar los Rajoy de turno o los políticos del momento puede ser cuestión de tiempo. Tal vez de muy poco tiempo.
De momento seguimos insultados, apaleados y…. amenazados
José Luis Ochoa