jueves, 15 de marzo de 2012

VERDADES A MEDIAS Y SILENCIOS

VERDADES A MEDIAS Y SILENCIOS
A nada que uno mire hacia adelante, a sus costados e incluso por el retrovisor en el caminar diario, observa, como algo tremendamente repetitivo, verdades a medias, silencios interesados e incluso mentiras descaradas por parte de quienes tienen la obligación democrática, dado los puestos de responsabilidad que ocupan en los distintos niveles sociales y políticos, de obsesionarse con la claridad de la información que se debe dar al ciudadano. Siempre hemos afirmado que clarificar los qués y los cómos a la hora de explicar y a la hora de comunicar a los ciudadanos las cosas que les afectan es vital y de obligado cumplimiento en cualquier sistema democrático que se precie.
Una de las cosas que más le sacan a uno de quicio  es cuando, desde tiempos de Maricastaña, se produce una subida del  precio de algo y sobre todo de los carburantes (últimamente un día sí y otro también) y aparece la locutora o el locutor de turno dando la noticia de la subida y a renglón seguido añade la coletilla de que a pesar de la subida seguimos pagando uno de los precios más baratos de la Unión Europea o de nuestro entorno. Claro lo que nunca añaden y por tanto lo que se olvidan decir es cuánto ganan de sueldo en Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, etc. etc. para que el ciudadano pueda comparar y en definitiva pueda juzgar, con conocimiento de causa, si esa medida la ve correcta o engañosa.
Hoy publica la prensa que el “maldito” margen del déficit que nos permite Europa para este año 2012 no es del 5,8% sino medio punto menos. Pues bien, dejémonos de tanto porcentaje y la realidad es que hay que recortar otros 5.000 millones de euros más. Claro para no alarmar al personal inmediatamente aparece el ministro de turno e intenta transmitir tranquilidad. Esos 5.000 millones los ahorrará el estado, no las autonomías. Como si al estado le viniese el dinero de alguna galaxia o qué se yo de donde. No habrá subidas de impuestos, ha dicho. También ha afirmado que en cualquier caso las acciones que se determine hacer serán justas, tararí, tarará. Cuéntenos la verdad, por favor. ¿O acaso debemos esperar a que pasen las elecciones andaluzas y las asturianas, para saberla? ¿O tal vez se han convertido ideológicamente de la noche a la mañana dando un giro de 180 grados y piensan sacar esos 5.000 millones de los 80.000 millones de fraude que existe en este país? Lo dicho, verdades a medias y silencios calculados. Sí, porque como hemos dicho más de una vez, el problema no es que no haya dinero en esta piel de toro. Lo que ocurre es que el Estado no lo recoge. El fraude fiscal aquí es enorme y se concentra fundamentalmente en las empresas con facturación superior a 150 millones al año las cuales son responsables del 72% de todo el fraude fiscal. Este problema es silenciado en una mayoría de los medios de comunicación y persuasión de estos lares. Así vamos en este país que gusta de definirse como democrático.
Últimamente estamos hartos de oír que si se bajan los salarios aumenta la productividad. Esta afirmación, desde nuestro punto de vista, ya no es media verdad o silencio interesado, es sencillamente mentira. En los últimos años en esta piel de toro los salarios reales han bajado y no ha aumentado la productividad. Ha habido algún año que los salarios han subido un 1% mientras que los precios también subieron pero un 3% por lo que el salario real bajó dos puntos. Es decir quien en ese momento cobraba 100 terminó pudiendo comprar lo que podía comprar con 98 € antes de la subida del 1%. Si bajan los salarios baja el consumo y las consecuencias, nos las cuenten o no, las sabemos en cuanto miramos por el retrovisor.
Por otra parte se nos está intentando vender que el gasto público en España es desmesurado, pero no se nos dice que el gasto público por habitante está por debajo de la media de los países de la eurozona a la que tanto miramos para otros temas.
Igualmente se nos está repitiendo hasta la saciedad que el estado de bienestar es insostenible con la coletilla casera que se han inventado haciendo gala de su “inteligencia” de que “nadie puede gastar lo que no tiene”. Claro, esto resulta hasta convincente para quienes llevan las orejeras puestas y no ven más allá de sus propias narices. Lo que pensamos es que el estado de bienestar en este país está siendo atacado con el rollo del déficit, con la salvajada de los recortes, mientras ese estado de bienestar está costando bastante por debajo de la media de la unión europea. Sí, sí al gasto medio por habitante nos estamos refiriendo. Hay detalles que están clarísimos. El otro día leía cómo mientras en España solamente el 10% de los niños de 0 a 3 años van a guarderías públicas, en la eurozona van el 28%. Casi nada.
Lo triste del tema es que sobre esto de verdades a medias y silencios tenemos ejemplos en todos los estamentos políticos sociales cualquier día.
Hace unos días leía en un bando de la alcaldesa de mi pueblo: “Se aprobó el pago de las facturas presentadas al Ayuntamiento”, pero no se dice ni palabra de quienes las aprobaron, quienes se abstuvieron, etc. Doy fe de que no se aprobaron por unanimidad y de que hubo tres posturas distintas en el pleno y alguna argumentada. Igualmente podía leerse en el referido bando se dio cuenta al pleno “de otorgamiento de representación a favor de un letrado para la defensa de los intereses municipales en un recurso contencioso….”. No aparecía el nombre del letrado cuando en el resto de la dación de cuenta de las resoluciones y demás comunicaciones aparecen los nombres de los afectados. En fin silencios y medias verdades que a veces se pretende justificar de aquellas maneras diciendo que se trata de un resumen o que si tal, que si cual.
Acabo de escuchar en la radio que el gobierno de Navarra va a anular unas partidas que estaban gastándose no sé si desde los años 90 en concepto de dentista para los consejeros y familiares, etc. ¿Algún día podremos los ciudadanos de a pie, que desgastamos los zapatones en estas tierras y pagamos nuestros correspondientes impuestos, saber con certeza qué es lo que cobra un consejero por el hecho de ser consejero en concepto de sueldo y en concepto de lo que ustedes quieran? Me temo que no, salvo que no los corramos a gorrazos.
Hay quien piensa que las verdades a medias son peores que las mentiras y que los silencios calculados son el trampolín perfecto para lanzarse al engaño de la ciudadanía en el momento que se considere oportuno buscando el beneficio exclusivo de los autores de esas verdades a medias y de esos silencios. Es posible que así sea, pero de lo que uno no tiene ninguna duda es que tanto los silencios como las verdades a medias nos ponen en el camino seguro hacía el deterioro democrático de manera irremediable.
José Luis Ochoa