CALLAN, VOTAMOS Y HABLAN
Sin prácticamente tiempo para asentar en nuestras mentes el recuento de los votos y sus consecuencias, una serie de hechos se han producido con inusitada rapidez.
Los diputados electos, a cobrar el sueldo desde el pasado lunes, justo al día siguiente de haber sido elegidos. Una vez más se demuestra que este sistema, lleno de corruptelas con rostro de legalidad, es tremendamente ágil para unas cosas, mientras que otras veces, tal vez ya con demasiada frecuencia, se mueve lentamente como si fuese un ingente paquidermo, por ejemplo, cuando tiene que defender la honestidad y la democracia. No va a ser objetivo de mis comentarios este hecho en esta entrada pero algo me chirria en este momento el hecho de que sin tomar posesión de sus escaños, es decir sin comenzar a laborar, comiencen a cobrar. Me suena a un poco obsceno.
De igual modo y con similar rapidez el partido responsable de gobernar los cuatro próximos años, por boca de su número dos, ha manifestado que se reunirán con todos los grupos políticos que tienen representación parlamentaria excepto con Amaiur. Tampoco este es un hecho sobre el cual tenga intención de extenderme en este momento, pero en mi fuero interno también hay algo que me chirria. ¿No dijo el señor Rajoy, la misma noche electoral a penas conocido el resultado de las votaciones, que pensaba hablar con todos? ¿No dijo qué contaba con todos en un pequeño discurso en la tele? Discurso que, dicho sea de paso, desde mi punto de vista, de cuantos le he oído y que yo recuerde, me pareció el que más en línea estaba con lo que uno entiende como de buen estadista en el sentido de pensar más en el futuro de todos que en las próximas elecciones. ¿Pero Amaiur no es una formación política que la propia justicia ha bendecido para que pudiese presentarse a las elecciones? Entendido tenemos que no tiene ninguna obligación legal de recibir a Amaiur si el señor Rajoy no quiere, pero algo me chirria también desde mi punto de vista de dialogo, democracia, etc.
De la rapidez en ponernos los deberes por parte de la Merkel y compañía, ya ni hablamos. Que nadie espere ni un minuto de tregua por parte de los insaciables señores de la pasta.
En fin, pero de lo que quería hacer algún comentario era de eso, de que callan lo que les interesa mientras estamos en campaña. No nos cuentan lo que saben para que no tengamos conocimiento de… y, por tanto, la decisión de a quien damos nuestro voto no cambie en el último momento. Luego, apenas hemos depositado nuestro voto en la urna, lo largan. Me estoy refiriendo en concreto a los 700 puestos de trabajo que la fábrica del antiguo Mini, la del moderno Polo, llamada Volkswagen, va a dejar sin renovar el próximo mes. ¿Que la señora Presidenta y compañía no lo sabían y por eso no lo han dicho durante la campaña? A otro perro con ese hueso. ¿Qué no era ella la que debía haberlo dicho? Lo que ustedes quieran, pero que no. Que nos sentimos tratados como niños una vez más. ¿Qué importa más a los ciudadanos de esta querida tierra en este momento la transitoria cuarta o los puestos de trabajo? Aun con todo, así les ha ido. La fuerza más votada en la comunidad foral sí, pero con un descenso de votos con respecto a sufragios anteriores respetable y un resultado lejos de sus propias expectativas.
En la misma línea los de Convergencia en Cataluña anunciando los recortes inminentes prácticamente al día siguiente de la jornada de las votaciones amparados en su éxito electoral. Bueno para las próximas elecciones el personal ya se habrá olvidado y a volver a hablar de catalanismo, de nación, del pacto económico, etc. Temas todos ellos lícitos, pero comportamientos que desde nuestro punto de vista que buscamos el ensanchamiento de la democracia y su autentificación no nos parecen precisamente correctos.
Bueno y en la vecina Euskadi ni amparándose en los buenos resultados ni narices. Batacazo electoral del partido socialista, principal componente del gobierno, y recortes que te endiño a penas pasada la jornada electoral.
Todo lo que sea birlar, a quien tiene que depositar su voto, la información que se tiene, información sobre decisiones que se piensan tomar en un corto espacio de tiempo, por miedo a que ese ciudadano pueda cambiar su voto, es sencillamente secuestrar en alguna medida la democracia de manera consciente y premeditada. Dicho en castellano, repito, es tratarnos como niños. Esto nos hace pensar que sencillamente no creen en la democracia y sobre todo no creen en la capacidad de los ciudadanos para elegir a los mejores para que gestionen todo aquello que les toquen gestionar. Por otra parte, uno piensa que cuando se presentan saben que no son los mejores y por tanto son conscientes de que si el ciudadano está informado correctamente, ellos pueden perfectamente no ser elegidos. Esto se llama miedo a la democracia.
Nos hemos referido en cantidad de ocasiones al fraude, al déficit democrático que percibimos con frecuencia. Llámenlo como quieran pero pensamos que estas maneras de proceder secuestrando información sencillamente no es jugar limpio democráticamente hablando.
En fin, que como titulábamos esta entrada callan lo que saben y cuando votamos hablan. Esto nos suena a repetición, a más de lo mismo.
José Luis Ochoa