DEMOCRACIA Y CAMPAÑA ELECTORAL
Me comentaba ayer un amigo, de esos con los que de vez en cuanto uno habla de temas distintos al futbol y similares, que estaba ya harto de tanta campaña electoral, harto de escuchar a los candidatos tantas generalidades hechas promesas y que por supuesto luego, si salen elegidos, seguramente no cumplirán.
Pues si, es cierto que aunque la campaña oficial comenzó ayer, la campaña real comenzó apenas iniciada la legislatura que ahora termina. La campaña real comenzó de manera un tanto salvaje con las descalificaciones y engaños descarados vertidos sobre la ciudadanía, en el momento que se vislumbraron los primeros nubarrones serios de la actual crisis económica. Y sobre todo el pistoletazo de salida se dio cuando el actual presidente Zapatero comunico que no se presentaría a la reelección y que las elecciones serian el 20 de noviembre.
Pues bien ya ha comenzado la campaña electoral oficial y a uno se le hace un poco cuesta arriba tener que soportar durante los próximos días, como si fuese un continuo bombardeo, la mitinera teatralización de la descalificación entre los distintos partidos, entre las distintas opciones políticas, que optan, en unos casos a gobernar y otros, en cualquier caso, a ser uno de esos 350 diputados o uno de los 208 senados que a partir de día 13 del próximo mes de diciembre pretenderán administrarnos. Y mientras durante los próximos días –allá está el día 20- escuchemos por activa y por pasiva lo mal que lo has hecho tu y lo bien que lo vamos a hacer nosotros ó hasta ahora no lo hemos hecho pero si volvemos a tener la opción de gobernar lo vamos a hacer mucho mejor, etc. etc. es evidente que se va a ir pasando el tiempo y nos vamos a acercar un poco más al abismo, vamos a llegar al día 20 un pocos más deteriorados, un poco más agobiados con nuestra crisis a cuestas.
Efectivamente, o los partidos políticos se dedican durante estos días a explicar a los ciudadanos de manera clara qué van a hacer, porqué lo van a hacer y cómo lo van a hacer si llegan a gobernar o la campaña electoral será una pérdida de tiempo total. Es necesario que los candidatos abandonen las generalidades si quieren que no nos sintamos engañados una vez más e incluso en el mejor de los casos decidamos no votarles.
Dicho esto, desde nuestro punto de vista, es el momento de los políticos candidatos hagan algo por ensanchar la democracia y en vez de dedicarse a descalificarse, con la que está cayendo, aprovechen está campaña electoral en hacer ver al ciudadano de este país en donde estamos. No más falsas promesas que por ser irrealizables no nos las creemos. Dígannos de una vez la verdad y propóngannos un futuro concreto y nosotros ya decidiremos quien de ustedes queremos que nos gobierne, quien de ustedes nos interesa más administre nuestras miserias.
Si, cerca de 40 millones de votantes el próximo día 20 de este mes van a tener, vamos a tener, la oportunidad de decidir quién va a gestionar esta piel de toro en los próximos cuatro años. Es evidente que hay mucho que gestionar y es evidente que como no se gestione medianamente bien y de manera inteligente y sobre todo sin engaños y democráticamente podemos entrar en una situación de muy difícil salida. Podemos encontrarnos en breve con profundas heridas por la pérdida de muchas cosas que ahora nos parece imposible perder.
A juzgar por las encuestas parece que estamos avocados a la cuarta mayoría absoluta de la democracia. Uno tiene personalmente sus dudas de que esto de las mayorías absolutas sea lo mejor para la democracia, pero de lo que uno no tiene ninguna duda es de que como, una vez más, desperdicien esta campaña, desperdicien esta oportunidad de ensanchar la democracia, el voto que muchos ciudadanos emitamos el día 20 será un voto raquítico democráticamente hablando y en el momento que lleguen los recortes no comentados, las promesas incumplidas, las actuaciones ahora no explicadas, etc. aumentaran los desengaños, las frustraciones y con mayoría absoluta o como se quiera, el pueblo volverá a tomar la palabra en la plaza pública o donde sea.
Hartos ó no hartos de tanta palabrería es, sin duda ninguna, tiempo de campaña electoral, pero sobre todo es tiempo de democracia y si creen en ella deberían aprovecharlo.
José Luis Ochoa
